Veracruz electorero
Las elecciones no son cosa del pasado, son la base del presente
2017-10-30
En ocasiones los números conforman buenas historias, entre ellas la del devenir de las más recientes elecciones a la gubernatura.
Al finalizar el sexenio de Patricio Chirinos a quién se le acusaba de que le gustaba en exceso “el traguito”, por lo que la carga de las decisiones coyunturales de su administración descansaban sobre su Secretario de Gobierno, quién se perfilaba como un seguro candidato.
El joven Yunes Linares (con 46 años) no contaba con que desde el Centro, el presidente Ernesto Zedillo se inclinaba porque fuera el licenciado Miguel Alemán Velasco el abanderado del tricolor. Alemán, hijo de un ex gobernador, empresario exitoso y de fuerte presencia nacional era sin duda un candidato más competitivo.
Como contrincantes, don Miguel tuvo por parte del PAN a un intelectual externo a ese partido, Luis Pazos de La Torre, quién apuradamente sabía hilar un discurso político, mucho menos una campaña proselitista. Sin embargo, a pesar del mal candidato y sus pésimas estrategias, el PAN logró por primera vez en su historia rebasar el medio millón de votos durante una elección para gobernador de Veracruz.

El rústico PRD
Al PRD lo abanderó Arturo Hervís Reyes, quien vivía sus tiempos de ranchero y aprendiz de político.
Aquella fue la última jornada electoral en la que hubo un amplio margen de diferencia de votos. Los sufragios entre Miguel Alemán y su más cercano contrincante fueron de 450 mil, pues las urnas rebozaron a favor del PRI con casi 950 mil boletas.
El juez que calificó esa elección desde la entonces Comisión Estatal Electoral fue el chilango Francisco Montfort Guillen, actual titular de la Oficina del Programa de Gobierno estatal.
Alemán Velasco transitó sin mayores problemas su sexenio. De 1998 al 2004 hubo estabilidad financiera y de seguridad pública, la delincuencia registró los números más bajos de la historia reciente.

Fidelada
Con el PRI fuera de los Pinos y bajo el gobierno de Vicente Fox Quesada, el Senador Fidel Herrera Beltrán fue un precandidato que aprovechó los espacios que dejaba la ausencia del príista número uno en el país y, fue construyendo su candidatura con mucha astucia y con toneladas de palabras. Durante el proceso de decisión del candidato que abanderaría a ese partido rumbo a la gubernatura, fueron muchos los nombres que sonaban, sin embargo Herrera Beltrán supo tejer los amarres que lo llevaron a ser candidato del PRI durante la jornada electoral del 2004.

El Buguy
El candidato del PAN fue un mesurado político cordobés, Gerardo Buganza Salmerón, quién a pesar de competir en un terreno menos complejo que los anteriores candidatos, bajo la circunstancia favorable de que el poder federal ya estaba en manos panistas no logró ganar la elección.
Por primera vez en la historia de Veracruz, el margen de diferencia de votos entre el ganador y su más cercano contrincante era mínima, 971 mil 725 de Fidel Herrera, contra 936 mil 470 de Gerardo Buganza.
El ingeniero Buganza inventó (pero no patentó) las estrategias que después copiaría Andrés Manuel López Obrador. Posteriormente de su derrota denunció fraude, se declaró gobernador legítimo y sostuvo una férrea lucha en los tribunales electorales.

Los perredosos
El PRD por su lado jugó con alianza “Unidos por Veracruz”, conformada por el Sol Azteca, Convergencia y PT, llevando de Candidato a Dante Delgado Rannauro.
El ex gobernador interino de Agustín Acosta Lagunes ocupó un tercer lugar en las preferencias electorales, con la nada despreciable cifra de 784 mil 132 sufragios.



El rey de la polémica
El gobierno de Tío Fide concluyó en el año 2015, fue matizado de forma permanente por los escándalos y polémicas, empezando por la controversial declaración de Chino Zhenli Ye Gon que aseveraba que le había financiado su campaña rumbo al gobierno; mientras tanto en el ambiente colectivo circulaban versiones de que el crimen organizado había participado con recursos económicos durante su campaña. Era clara la estrategia de irlo desgastando y, él protagonizaba suficientes escándalos para que lo lograran.
El estilo mesiánico que Fidel herrera llevó durante su gobierno dejó las Finanzas y la política del estado sostenida con alfileres, mismos que su sucesor se encargó de desprender, con el consecuente colapso que padecemos hasta el día de hoy.
Es evidente que durante los gobierno panistas el partido blanquiazul en Veracruz creció vertiginosamente, sin embargo y paradójicamente, el PRI fue sacado de Palacio durante un gobierno federal de sus mismas siglas en lo que muchos definen como un acuerdo de cúpula de Enrique Peña Nieto con el Partido Acción Nacional.

Nada está dicho
Al PRI lo derrota el mismo PRI. Es claro que el PAN no ganó la gubernatura, fue el partido tricolor -dividido y desprestigiado- quién la perdió, parece lo mismo pero es distinto.
Mañana conversaremos -también de manera breve- de las elecciones y gobiernos de Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares.






 
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