Congreso de Veracruz, agencia de empleos panista
Congreso de Veracruz, agencia de empleos panista
2017-10-09
VENENOTAS

El Tlacuilo

Congreso de Veracruz, agencia de empleos panista


Los inquilinos del poder legislativo
La llegada del PAN a la Junta de Coordinación Política y a puestos claves de la administración del Congreso de Veracruz ha derivado en una serie de irregularidades, en donde la manera vulgar de proceder se ha convertido en una constante. Un distintivo de esta Legislatura ha sido el recorte de personal; algunos de los despedidos habían laborado para ese poder durante varios años. Cabe hacer el apunte de que ningún funcionario o representante popular de oposición ha tomado con seriedad la causa de quienes fueron despedidos injustificadamente por la nueva “administración” del Congreso.

Algunos ciudadanos resentidos con las administraciones en general han observado con buenos ojos el hecho de que se despida a esos trabajadores por considerar que esas destituciones ahorraran dinero público a las arcas del Congreso; sin embargo el presupuesto que ejercerá la LXIV Legislatura no se fue a la baja, sino por el contrario, este año sus gastos serán mayores.
Eso tiene una lógica, pues se están operando con el dinero público del Congreso las campañas anticipadas de varios diputados, entre ellas la del mismísimo presidente de la Jucopo, Sergio “Heman” Hernández.

El engaño del supuesto ahorro
El despido del personal no ha obedecido de ninguna manera a la intención de reducir el gasto de la nómina del Congreso, sino a una acción política para colocar en esos presupuestos a un elevado número de aviadores que operarán los procesos electorales panistas. Prueba de ello es que desde que inició la LXIV Legislatura (noviembre 2016) a mayo del 2017 fueron despedidos 144 trabajadores, pero fueron dados de alta 300, se contrataron más del doble de los que fueron destituidos. Esos datos son oficiales y fueron proporcionados a quién escribe por la Titular del Departamento de Control de Personal de la Dirección de Recursos Humanos del Congreso de Veracruz.
Es claro que el discurso de austeridad es meramente una cortina de humo para esconder el brutal saqueo que se está llevando a cabo en el Congreso, además del manejo proselitista de los recursos públicos.

Mucho que ocultar
Esta es solamente una pequeña hebra de hilo de la compleja madeja de corrupción que enreda al Palacio de la avenida Encanto; por eso el PAN y sus aplaudidores del PRD tratan de impedir a toda costa que Sergio Hernández deje la presidencia de la Jucopo.
La complicidad del Orfis al igual que de la Comisión de Vigilancia del Congreso es evidente.
El Orfis está representado por un Auditor que ha sido “carnal” de todos los gobernadores que le ha tocado “indagar”, así como de los Congresos y entidades fiscalizables. Lorenzo Antonio Portilla obedece al poder del dinero, por lo cual este año para premiar su silencio su ejercicio financiero le fue aumentado de manera jugosa.
La Comisión de Vigilancia del Congreso no es un juez que empiece por su propia casa, parece la iglesia en manos de Lutero, pues es un absurdo que estando tanto el poder ejecutivo como el legislativo en mano del Partido Acción Nacional, quien presida esa Comisión sea el panista Juan Manuel De Unanue Abascal y su secretario sea el neopanista Rodrigo García Escalante, el más yunista de todos los diputados.
La Comisión de vigilancia está integrada por seis panistas, dos perredistas, con lo que suman ocho afines a las administraciones estatal y legislativa. Los mirones de palo en Vigilancia son tres príistas, tres Morenos y un diputado de Juntos por Veracruz. Lo cargado de la balanza es evidente.

En el país del “no pasa nada”
Sería interesante que la Auditoría Superior de la Federación revisara en qué áreas del Congreso laboran los empleados contratados por la administración panista actual, porque si usted visita el edificio del Congreso no se notan. Los empleados que sí trabajan en las oficinas saben perfectamente que muchos de ellos están “comisionados”, además de que es un secreto a voces dentro de las oficinas del palacio legislativo, que los recientemente contratados son los que operan temas proselitistas de los diputados panistas y perredistas, cobrando de las arcas del Congreso de Veracruz sin presentarse a laborar.
Hasta antes de lo que está sucediendo, al escribir el nombre del Congreso de Veracruz, uno se sentía obligado a agregarle la “H” de honorable, pero la caterva blanquiazul lo ha denigrado a tal grado que ya da pena agregársela. Les quedamos a deber la mención de la “H” estimado lector, hasta que la Jucopo cambie de manos y quienes lleguen no continúen con la feria de la corrupción y la opacidad existente en este momento; porque luego sucede como indica una máxima tuxpeña, el chiquero es el mismo, lo único que cambia es el marrano.
 
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