| Debe irse Portilla del Orfis |
| Debe irse Portilla del Orfis |
| 2016-12-12 |
| El Auditor de cabecera Tal parecería que en el Orfis -al que apodan Organismo autónomo- cada gobernador veracruzano ha tenido durante su sexenio, operando al auditor de sus complicidades; pero la medalla de oro en ese tema se la lleva Lorenzo Antonio Portilla Vásquez, quien le cuidó las espaldas al gobierno Duartista. Portilla fue electo el veintiséis de septiembre de 2012 y en teoría deberá permanecer hasta el 2019; es decir, le tocaría “checar” las cuentas de este gobierno de dos años. Resulta por lo menos extraño que en este momento Portilla esté sacando a la luz información que hace dos o tres años habría sido coyuntural para evitar el saqueo. Puede argumentar que apenas se dio cuenta, pero se colgaría la etiqueta de tontejo, pero al parecer últimamente los funcionarios prefieren ese calificativo al de “cómplices”, ya ve usted el célebre pretexto de Flavino Ríos Alvarado, cuando declaró que “Duarte lo engañó como a un chino”. El actual Auditor llegó al cargo con 48 votos a favor y 2 abstenciones, se nota que en ese momento “la plancha” estaba calientita y era de vapor. Actualmente Lorenzo Antonio Portilla cada vez que abre la boca se pone más la soga al cuello, es grave que haya admitido públicamente que fue el resultado de la investigación periodística de “Animal Político” lo que lo llevó a él y al Orfis a actuar en el caso de las empresas fantasmas, caray, son millones de pesos los destinados al gasto “corriente” del Orfis para que un reportero asalariado haya realizado mejor la chamba que le correspondería haber hecho a él. Como ya sabemos las empresas hicieron cobros millonarios al Gobierno, sin que la Auditoría estatal interviniera. Dice el librito sobre la moral y las buenas costumbres de las abuelas: “que una señorita no solamente debe serlo, sino también parecerlo”, y Portilla Vásquez no lo aparenta, siguiendo con la figura retórica, más bien parece una chica de cascos ligeros. Incómodo Nadie le cree a Portilla cuando el Orfis denunció penalmente, “a quienes resulten responsables” por daño patrimonial en las secretarías de Desarrollo Social, Protección Civil (PC), y de Educación en Veracruz (SEV) por una cifra de 940 millones 234 mil 326 pesos con 70 centavos, el entonces diputado y secretario de la Comisión de Hacienda, Julen Rementería señaló que “es muy sospechoso que en el Orfis no se dieran cuenta que en las dependencias estatales se cuadraban contratos con las empresas fantasmas que beneficiarían a funcionarios, y ahora casualmente sí procederán a denunciar a funcionarios, justo cuando dependencias federales abrieron la investigación en torno al caso”. Ahora Julen es funcionario y tendrá a un enemigo desde el Orfis, que le andará buscando los pies. Es el mismo caso de varios panistas y perredistas que desde sus trincheras de oposición descalificaron el “trabajo” del Auditor Portilla, y ahora están en sus manos como funcionarios públicos, a merced de que opere en su contra cualquier perversidad. Una rayita más para el tigre, que lo convierte en un personaje nada confiable para el actual gobierno. Para Portilla terminó ya su ciclo, incluso es probable que en breve tenga que enfrentar cargos legales; pues si se demuestra su complicidad de manera documentada, su nombre se sumará a la lista de indiciados. Don Lorenzo Antonio debería de seguir el ejemplo de Luis Ángel Bravo Contreras y retirarse de su cargo; sería una salida digna que le evitaría que sus jefes -los diputados del Congreso local- lo tengan que echar fuera de manera vergonzosa. El Auditor incómodo, sin embargo, se aferra a su cargo y (ahora sí) se acoge a la supuesta autonomía del Orfis; entrega pruebas y acusaciones contra quien lo nombró y lo sostuvo en el cargo para cubrirle las espaldas. Pero insistimos, hoy los políticos le tienen más miedo al desempleo y a los cargos penales, que al ridículo. |
