| Catemaco en llamas |
| Catemaco en llamas |
| 2016-11-14 |
| ¿Quién es Wilfrido Reyes Martínez? El líder de la Organización de Gobierno Autónomo Indígena encabezó las violentas protestas en Catemaco. No es la primera vez que Wilfrido comanda acciones vandálicas para presionar a las autoridades. En agosto del año pasado, tras bloquear sistemáticamente carreteras federales e incendiar vehículos, fue detenido bajo el cargo de “ataques a las vías de comunicación”; horas más tarde un grupo de 120 personas tomaron las oficinas de la PGR y causaron destrozos exigiendo su libertad. Acabaron con computadoras, una copiadora, dos equipos de aire acondicionado y demás muebles, además le prendieron fuego a dos camionetas que estaban a disposición de esa autoridad. Tan furibundos andaban que, tanto la policía estatal como el ejército, tuvieron que reforzar a los ministeriales. Cinco días después y tras una fianza de 60 mil pesos, Reyes Martínez salió en libertad bajo “caución”, junto con los otros cinco integrantes de la OGAI detenidos. El referente obligado En junio de este año Wilfrido protagonizó otro acto violento; derivado de una disputa, entre uno de sus contraalmirantes y la señora María de la Luz Palomino, por una vivienda ubicada en un fraccionamiento de Catemaco. En esa ocasión acompañado de cerca de cincuenta hombres golpearon a los cinco integrantes de la familia que ya habían recuperado la vivienda invadida, mandando a tres de ellos al hospital. Para dejar bien estampada su firma destrozaron la vivienda e incendiaron una camioneta. Aunque existen versiones de que el vehículo incendiado era propiedad de Wilfrido y que se lo incendiaron por órdenes de González Azamar. Los escandalosos hechos recientes Las protestas, son pretexto del secuestro del sacerdote José Luis Sánchez Ruiz pudieron haber sido más graves, pues los integrantes de la OGAI poseen armas de fuego; las exhibieron en la manifestación que llevaron a cabo el ocho de octubre pasado frente al Palacio Municipal de Catemaco. En esa ocasión Wilfrido, con una pistola calibre 22 al cinto exigió que no se les desarme. Manifestó púbicamente que: “algunos integrantes de esta organización cuentan con un arma de fuego para su defensa”. Afortunadamente en esta ocasión no las usaron. Durante las protestas “solamente” incendiaron diversos edificios públicos sin disparar un solo balazo. Incluidos el Palacio de Gobierno y el Registro Civil con todo y su acervo histórico. La madeja del hilo Se rumora que el oriundo de Pajapan trae pleito cantado contra el actual presidente municipal de Catemaco, Jorge González Azamar, derivado precisamente del referido pleito por la vivienda. Y que encontró la oportunidad de “cobrársela” montándose en la desaparición del “ya aparecido” sacerdote. Si es así, las matemáticas del líder indígena están desequilibradas; pues es un trueque excesivo el hecho de quemar el Palacio Municipal, el Registro Civil, las Oficinas de CFE, la delegación de Tránsito y algunos vehículos. Además de saquear la casa del alcalde; todo esto a cambio de la camioneta vieja que le quemaron… ¡Se le pasó la mano al regordete líder! Solución práctica Sería conveniente que si traen problemas personales el alcalde de Catemaco y el líder indígena se pongan los guantes arriba de un cuadrilátero en la plaza central y se den de guamazos entre ellos, sin llevarse entre las patas a los pobladores y los bienes públicos. Lo acontecido es solamente un capítulo más de esta historia de pasiones, vendrán más episodios, no olvidemos que Wilfrido está libre bajo fianza y puede volver al “fresco bote”. Mientras que González Azamar (que no es una perita en dulce), debe de andar “como agua para chocolate” buscando desquitarse, pues literalmente se le metieron hasta la cocina. |
