El México de la barbarie
El México de la barbarie
2016-09-05
Caso histórico
Fue el día 14 de enero de 1981, pasó a la historia como “la matanza del río Tula”, aparecieron 12 cadáveres en la lumbrera número ocho del emisor central del sistema de drenaje profundo, en San José Acoculco, Municipio de Atotonilco de Tula, Hidalgo. Presuntamente eran integrantes de una banda de asaltabancos de origen Colombiano, pero en realidad se dedicaban al tráfico y distribución de cocaína en centros nocturnos del entonces D.F.

Se acusó al temible Francisco Sahagún Baca, brazo ejecutor del exjefe de la policía capitalina, Arturo El Negro Durazo Moreno, de ser el responsable de los asesinatos. Entre los cuerpos estaba un joven taxista, quien había sido contratado por los colombianos, por tiempo indefinido para transportarlos; su pecado (como el de muchos) fue ser seducido por el dinero fácil.

El escándalo mundial por el hallazgo puso a Sahagún Baca fuera de su cargo y se convirtió en prófugo, así como le costó el cargo y la cárcel a muchos de los involucrados. Todo eso por el hallazgo de doce cuerpos mutilados.

Nuestra actualidad
Treinta y cinco años después de la Matanza del Río Tula, la sociedad y las autoridades mexicanas hemos perdido la sensibilidad y la capacidad de asombro. Lamentablemente Veracruz ha pasado de ser el “rinconcito donde hacen su nido las olas del mar” al nido de la muerte y de la violencia.
Durante este año, la noticia recurrente ha sido la de ejecutados en diversos puntos de las tierras veracruzanas; ya no nos sorprende ni nos impacta; hemos dejado de pedir justicia, la mayoría de las veces por miedo.

Las fosas clandestinas en la zona de Coatzacoalcos sumaron (junto con otras) veintiuna en lo que va del año (hay versiones de setenta y cinco).
La masacre del bar Madame, así como balaceras y ejecuciones en otros lugares públicos también han dejado de asombrarnos.

Veracruz solamente es parte de la crisis de seguridad que se manifiesta a nivel nacional; Vicente Fox Quesada y sobre todo Felipe Calderón Hinojosa le pegaron al avispero y no lo supieron controlar. Enrique Peña Nieto -contrariamente a lo que se pensaba- no cambió las políticas de seguridad.

De trasiego al consumo
Antes, México era “el trampolín de las drogas y Estados Unidos la alberca”; concepto acuñado por el presidente de EU Lyndon B. Johnson y el presidente mexicano Díaz Ordaz. La frase fue contundente, cuando reclamó Johnson a Ordaz que “México era el trampolín de la droga hacia Estados Unidos”, la respuesta del entonces presidente de México hizo historia. Gustavo Díaz Ordaz, en el tono solemne y austero que le caracterizó, dijo: “Cierren su alberca y se acaba el trampolín”.

Sin embargo, de tres sexenios para acá las autoridades de México han querido hacerle la chamba a Estados Unidos. Se han fijado la responsabilidad de no dejar subir al trampolín a muchos; lo que ha derivado en que la delincuencia que no puede pasar las fronteras se instale en nuestro país. Pasamos de ser tierra de tránsito a zona de consumo.

Estados Unidos es el principal beneficiado de esta situación, pues la droga de todas maneras llega, solo que pueden venderla más cara. Además de que la industria consentida, que es la de las armas, tiene un cliente inesperado en su territorio vecino; los gringos venden las armas tanto a los buenos como a los malos de nuestro territorio.

Los datos
Según cifras del Inegi, la guerra contra el crimen organizado de Felipe Calderón contabilizó 121 mil 683 muertes violentas. El continuismo del actual gobierno registra en sus tres primeros años (del 1 de diciembre de 2012 al 30 de noviembre de 2015) 65 mil 209 asesinatos relacionados con la delincuencia organizada. Veracruz aportaba en el 2015 la escalofriante cifra de 2 mil 660 homicidios dolosos; más los acumulados de esa fecha para acá, que son muchos.

Humanicémonos
Cada una de los 186 mil 892 personas asesinadas en México, en el transcurso de tan solo 9 años; eran padres, hijos o familiares de alguien; hoy solamente pretenden que sean una cifra. Ojalá Veracruz, México y sus estados salgamos pronto de esta crisis de valores que literalmente ha llevado a muchos a la muerte.

Uno se pregunta si pueden dormir tranquilos quienes deberían de haber detenido esta barbarie hace ya varios años.
Si es verdad que el actual Secretario de Gobernación tiene aspiraciones presidenciales debería de convertir el hecho de atajar esta sanguinaria crisis en su principal plataforma de campaña. No importa los intereses que persigan, pero por piedad que alguien meta las manos para frenar esto.
 
2016-08-29 / Jesús Martínez Palillo, el rey de las carpas
2016-08-22 / Importante oferta turística en la zona norte del estado: SECTUR
2016-08-22 / Acompa Islas, alcaldesa premiada
2016-08-15 / Puros cuentos
2016-08-08 / Políticos veracruzanos ante la tragedia
2016-08-01 / Las Ladys veracruzanas
2016-07-25 / Tío Fide, anecdotario
2016-07-18 / Morena y su mesías
2016-07-11 / “José Yunes Zorrilla, ejemplo de caballerosidad, verticalidad, de amistad, generosidad, talento y de compromiso”. José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de Desarrollo Social.
2016-07-04 / Los 400 pueblos, migración anunciada