| SIGUE EN LAS MISMAS EL ÁRBITRO DEL OPLE |
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| 2018-05-07 |
| VENENOTAS Por El Tlacuilo SIGUE EN LAS MISMAS EL ÁRBITRO DEL OPLE ENSEÑEMOS SU CURRICULUM Alejandro Bonilla Bonilla es de una rancia extracción priista; incluso estuvo en el lugar 19 de una lista de diputados federales plurinominales del Partido “Fuerza Ciudadana”, que era apadrinado por el PRI. Trabajó para el gobierno de Javier Duarte en Protección Civil; se desempeñó como Secretario Técnico bajo las órdenes directas de Ranulfo Márquez; y como Director General de Prevención y Riesgos, siendo subalterno de Nohemí Guzmán Lagunes. Antes había sido parte del equipo de Reynaldo Escobar Pérez durante su administración municipal, ahí le maquilló los números a Reygau, desde el área de “Transparencia” y Acceso a la Información del Ayuntamiento de Xalapa. Desde su llegada en el año 2015, Bonilla enseñó el cobre, al ostentar un título de doctorado inexistente, solamente había cursado un diplomado en la UNAM, sin embargo en el curriculum presentado ante el INE se ostentaba (falsamente) con un doctorado. Desde ese momento lo tendrían que haberlo bajado del cargo, pero al parecer alguna o algunas manos poderosas lo resguardaban. Cabe apuntar que en su curriculúm oficial, aún ostenta su doctorado imaginario de la UNAM. Durante la fase de entrevistas rumbo al importante cargo, Bonilla confesó no tener conocimientos y experiencia en materia electoral; ese hecho le había costado perder la posibilidad a otra aspirante con amplio currículum (Consta en expediente JDC/108112011). Sin embargo al ex empleado de Duarte no se le aplicó el mismo rasero. Era claro que José Alejandro Bonilla era impulsado por algún grupo de poder. CHIVO EN CRISTALERÍA A la llegada de Bonilla al Ople fue cuestionada por muchos su probidad; Eduardo de la Torre Jaramillo (entonces atipriista y hoy atipanista) dudó de la imparcialidad del nuevo presidente, pues su relación estrecha con Duarte quedaba a la vista al haber sido propuesto por el entonces mandatario dentro de la terna de aspirantes al IVAI, junto con Saúl Chacón Murrieta y el nefasto Luis Ángel Bravo Contreras. Por si esto fuera poco, a Bonilla lo acompañaban varios Consejeros vinculados con gobiernos priistas. Muchos daban la lectura de que desde el Ople, bajo el mando de Alejandro Bonilla se preparaba un fraude electoral a favor del PRI. Así lo consideraba incluso el candidato a la gubernatura, del PAN; quién el día de su registro lo acusó de estar operando a favor de ese partido político, y le pidió presentar su renuncia: "deben darse cuenta que le han hecho un grave daño a la democracia; permitan que el pueblo de Veracruz se exprese con libertad". Señalaba Yunes; luego se la cantó más derecha: "Usted presidente viene de un área de gobierno del estado y no son garantía de imparcialidad”. Días después el candidato panista volvía a solicitar la renuncia de Bonilla, está vez a causa de unos spots. Pareció que no sucedía nada, pero hubo algo que nadie detectó, a Bonilla ya estaba doblado, lo quebró el candidato panista con una facilidad inusitada. El presidente del Ople desde ese momento fue “una fierecilla domada”; que eligió el camino de la “democracia” en el proceso electoral que se llevaba a cabo. La pieza que –tal vez- Ranulfo y Duarte consideraron la más fuerte, resultó ser tan frágil, que se espantó con dos gritos. GENIO Y FIGURA Tan triste y penoso fue el papel de Alejandro Bonilla en el Proceso Electoral pasado, como lo es ahora; pues sigue siendo omiso en sus responsabilidades; tal vez incluso ahora lo sea más, pero esta vez cargado hacía el otro Partido en el poder. Por “sus narices” se siguen operando programas sociales en tiempo de veda, incluso el candidato a la gubernatura utiliza -con nombre y apellido- el programa de despensas para difundir su campaña. Julen Rementería basa su cruzada en la obra oficial llevada a cabo desde la Siop con recursos públicos. El descaro del apoyo de los Secretarios a la campaña del PAN-PRD, llega al cinismo de tomarse la foto en el lugar del evento político, en horas de trabajo y acompañados de operadores de las campañas; así lo hizo Téllez Marié hace unos días. Los gastos azules-amarillos usados para su proselitismo son a todas luces excesivos, bastaría contar banderines y camisetas para que se registre que –muy probablemente- los números no cuadran. Ante la denuncia del PRI, respecto los hechos violentos en contra de militantes y simpatizantes, Bonilla argumentó no tener denuncias; sin embargo después de que Américo Zúñiga presentara puntual y detalladamente los casos, no ha habido ni siquiera un pronunciamiento por parte del presidente del Ople. Morena no corre mejor suerte que el PRI, tampoco los ven ni los oyen; la oficina de la calle de Juárez está cerrada para ellos también. A la vista se observa que otra vez los dados de Bonilla están cargados hacía un solo lado, esta vez está siendo más evidente. Sin embargo, quienes creen que este personaje está de su lado, deberían de tener mucho cuidado y no confiarse, no deben olvidar que la “política” de Bonilla dio un giro radical el día de la jornada electoral pasada, y que “quien traiciona una vez, traiciona dos veces”… ¡Que conste que se los dijimos! Luego “no queremos decir se los dije”. |
