| Roberto López Delfín, y sus maletas |
| Roberto López Delfín, y sus maletas |
| 2016-02-29 |
| El poder Roberto López Delfín fue un poderoso secretario particular durante los primeros años de gobierno de don Miguel Alemán Velasco. En esos tiempos, los rumores de deslealtad de quien apodaron “El Chupón" corrieron como reguero de pólvora, era acusado por la prensa de estarse enriqueciendo de manera escandalosa, mientras en corto se decía que pasaba información de las actividades del entonces gobernador al aspirante Fidel Herrera Beltrán. Los secretarios comentaban que López Delfín estaba aislando la oficina del entonces gobernador, y que para lograr llegar a reunirse con Don Miguel, primero tenían que cumplirle una lista de solicitudes personales al poderoso personaje. Su célebre residencia, con un enorme número 17 al frente, escandalizó en sus tiempos a la sociedad veracruzana. Tiempo después, el número 17 fue la posición plurinominal que ocupó en la lista de las diputaciones del PRI, en lo que pareció ser un mensaje claro de que adquirir esa propiedad y llevar una vida de opulencia como secretario particular habían sido los errores que lo sacaron del paraíso. El mensaje además estuvo matizado con un ingenioso humor negro. López el del fin Don Miguel, quien nunca se ha andado por las ramas, relevó a López Delfín de su cargo, llegando un joven de probada decencia a cerrar el sexenio alemanista. Gonzalo Ramírez Pitta entró a la sustitución y con eso se ganó el odio de López Delfín, quien inició un ataque constante en contra del hijo del maestro Marcelo Ramírez, quien como los buenos gavilanes nunca chilló. Producto de ese acoso o sabrá dios qué hilos y qué intereses movieron al entonces director de Diario de Xalapa y hoy flamante (por flameado) enlace de prensa de la Fiscalía, Omar Zúñiga Adán, colocó un apunte carente de toda ética a una entrevista que, quien escribe, realizó a Ramírez Pitta; la guerra en contra de quien con decencia, trabajo y lealtad había relevado al cuestionado López Delfín era abierta. Suponemos que no fue la única bajeza que hizo el chilango Omar Zúñiga, pues tiempo después fue corrido vergonzosamente de Diario de Xalapa. Cobrando facturas Roberto López Delfín también cobró los favores realizados a Fidel Herrera, y fue ubicado como representante del gobierno de Veracruz ante la Conago, cargo que sostuvo hasta hace poco tiempo; ignoramos qué labor desempeñaba desde esa trinchera porque nunca vimos ni un informe ni una gestión de parte del también Notario Público, trabajaba en lo oscurito. Eso sí, cobró durante muchos años, y no cualquier salario. Ya sabe usted que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. Llora el PRI su ausencia Después de catorce años (aproximadamente) de vivir en el anonimato, lleno de sombras, después de haber brillado tanto, Roberto López Delfín cambió de bando, se une a la campaña de Miguel Ángel Yunes Linares. Para renunciar del PRI envió una candente carta a Manlio Fabio Beltrones con copia a Amadeo Flores Espinoza. Sus denuncias a través de la misiva pueden encontrar coro en algunos, o en muchos veracruzanos. Eso no está en discusión, aunque se difiera en varios puntos; la reflexión va en torno a que calidad moral de López Delfín para señalar a su partido y a sus militantes, acusa de lo que muchas veces fue acusado. El renunciante aprovechó extraordinariamente las veces que lo pusieron donde hay. Ahora utilizando la clásica en que el carterista grita mientras huye: “agárrenlo que es ladrón”; salió corriendo del PRI. Quizás de ahora en adelante le mejore la suerte. Pipo Vásquez Cuevas del PAN, Roberto López Delfín del PRI y los que los imiten de esos y de todos los partidos podrán ir formando un club; podría llamarse el “Club de Los Cuervos” para aprovechar la publicidad de la serie televisiva. |
