(Redacción).- La Procuraduría de Medio Ambiente realizó la liberación de tres ejemplares de guacamaya roja provenientes del Aquarium del Puerto de Veracruz.

Estas hermosas aves fueron reubicadas en la Reserva Ecológica de Nanciyaga, en el municipio de Catemaco, donde continuaran su proceso de adaptación para regresar completamente a su hábitat natural.

Este proyecto de liberación está a cargo de la bióloga Patricia Escalante, en colaboración con el biólogo Ricardo Baxin Xolio y el equipo del Aquarium del Puerto de Veracruz, y lo consideran parte dl compromiso de conservación y restauración de especies en peligro por parte de la Procuraduria de Medio Ambiente de Veracruz.

Este esfuerzo es una continuidad de la preliberación que se realizó en febrero y representa un gran avance en la recuperación de la guacamaya roja en la región.

“En el Aquarium estamos orgullosos de trabajar juntos para proteger y preservar la vida silvestre de nuestro país”. Posteó Sergio Rodríguez Cortes.

Será importante que les den seguimiento cercano y si es posible y factible les coloquen localizadores a las aves (que sirva); porque recordamos la desagradable experiencia del año 2 mil 14, en que se liberaron primero 7 guacamayas rojas y al poco tiempo tres de ellas fueron encontradas muertas, fue localizada una viva, y 2 más nunca fueron localizadas.

O el caso de los 28 ejemplares de guacamayas rojas, que fue el segundo grupo liberado en la Reserva Ejidal Benito Juárez, ubicada en la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas; las aves procedían del aviario del Parque Ecoarqueológico Xcaret; y el propósito por parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), era que se integraran al ecosistema de la selva húmeda de la región; pero muchas de ellas fueron capturadas por manos humanas; es precisamente por su caza furtiva e ilegal que casi se extinguió en Los Tuxtlas la guacamaya.

Así que mucho ojo con estas guacamayas jarochas, nacidas en el Aquarium de Veracruz, porque la vida en la selva es salvaje, por romántico que parezca verlas libres. Y quién no aprende de los errores del pasado está condenado a repetirlos.