20 de marzo, 2024.- Después de que la panista Xóchitl Gálvez Ruiz pidió a sus simpatizantes comprar un café de Starbucks con su nombre escrito, para mostrarle su apoyo, tomarle la foto y subirlo a sus redes sociales, la empresa pintó su raya y se deslindó de la candidata; y es que con trucos de photoshop el equipo de Xóchitl intentó hacer creer que la empresa había hecho diseños especiales con el nombre de la candidata, lo que fue un exceso.
No es la primera vez que le sucede; le pasó cuándo presumió el apoyo del “barrio” a través de saludar al cantante Santa Fe Klan; ante lo que algunos de los seguidores del rapero lamentaron que se pronunciara a favor de la precandidata del PRI-PAN y PRD; el cantante de plano dijo a manera de disculpa “ni sabía quién era”.

El grupo Molotov también se deslindó de Gálvez cuándo ella alardeó que ese es un grupo musical “que quiere mucho”; “hicieron mi canción cuando fui candidata a gobernadora en el estado de Hidalgo. ‘Ahí viene, ahí viene, ahí viene Xóchitl! ¡Que sí, que no, que como ching*dos no!’”; el grupo respondió que “por congruencia con la mística y filosofía de la banda, Molotov no ha apoyado, apoya y nunca apoyará a ningún candidato de elección popular”… ¡Ah mentirosilla!

Algo similar sucedió en el mes del amor cuándo la candidata transmitió durante su conferencia de prensa el momento de recibir un ramo de rosas “buchón”, por parte de “El Patrón”, sin embargo el influencer salió a deslindarse, pues dijo: "no me presto a juegos políticos"; se supo entonces que el ramo lo había entregado un imitador de “El Patrón”.

Bueno, la candidata anda tan desesperada en refugiarse en marcas que le suban el rating que hasta recurrió al Cruz Azul, y mire usted que se necesita estar muy desesperado para arriesgarse a “cruzazulearla”, pero doña Xóchitl se publicó portando el uniforme de la máquina celeste; el Club no se deslindó, pero tampoco le hizo mucha gracia su fanática.

Xóchitl dice que no teme a la desventaja que le dan las encuestas; pero el hecho de que todos se deslinden de ella, incluidos los líderes de los partidos políticos que la “respaldan”, sí debería de preocuparle porque se ve muy tóxica.