LA SECRETARÍA DE GOBIERNO DE VERACRUZ ESTÁ EMBRUJADA… Y SALADA
OPINIÓN | Revista el Tlacuilo: FOTO ARCHIVO TLACUILO | Rogelio Franco antes de tener el poder / Revista el Tlacuilo
¡Ahued podría exorcizarla!

Revista el Tlacuilo
OPINIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-05-17

Redacción | Revista el Tlacuilo.- Es muy pronto para grillar y cuestionar a Ricardo Ahued, más si hacemos un recuento de los secretarios de Gobierno de los últimos sexenios; si repasamos la historia, es evidente que esa silla está salada o hasta embrujada:

Desde Nohemí Quirasco (Doña Chanclas), con Miguel Alemán, famosa por atender asuntos en chanclas (la forma es fondo) y con frases racistas como: “en Veracruz nada más nos llega puro turismo de gordita y de garnacha, o la acusación a la ligera de que en Veracruz existían narcoperiodistas”; en fin, decenas de pifiass dejo a su paso esta Secretaria sui generis de tristes recuerdos. Fue relevada por Flavino Ríos que en ese entonces no hizo las cosas tan peor.

Que decir de Reynaldo Escobar (Reynaco) con Fidel Herrera, personaje de grotescas historias, que desde esa silla se dedicó a golpear a sus enemigos, a hacer negocios al amparo del poder y ocuparse de todo menos de la gobernabilidad; pero cuando era necesario meter orden lo hacía a través de la represión; no era para menos que lo toleraran, pues compró el cargo endeudando al Ayuntamiento de Xalapa con 400 millones de pesos que aún no terminamos de pagar.

Gerardo Buganza (El Buggy) fue como la “popo” de perico, que “no huele ni hiede”, pasó sin hacer muchas olas y le tocó la buena suerte de trabajar con un Gobierno “generoso”, de mano suelta que todo lo arreglaba a “billetazos”, y con dinero cualquiera “impericio” es buen operador.

Uno de los más nefastos en esa silla fue Erick Lagos (Chilly Willys), que tenía más mañas que un circo chino; durante su permanencia en esa secretaría, el voraz personaje presumía que era el poder tras el trono y que él, sólo él gobernaba Veracruz, pero cuando vinieron los cuestionamientos a Duarte y su encarcelamiento, se escondió en el basurero de la historia, en donde aún permanece hasta el día de hoy.

El paso de Flavino Ríos (El Chino) por la Secretaría de Gobierno fue desastroso, pero no tanto cono sus 48 días como Gobernador interino, que le bastaron para entregar las Finanzas por adelantado a Yunes Linares, para que, a través de Tula Guerrero el choleño realizara un saqueo de lo poco que quedaba, con cargo precisamente a Flavino Ríos y a Duarte; “El Chino” hasta “al bote” fue a parar.

En este top ocho, quién ocupa el primer lugar en una gestión nefasta es Rogelio Franco Castán, que bajo las órdenes de Yunes Linares, se dedicó _según acusan los afectados_ a perseguir, extorsionar, encarcelar y torturar a los enemigos de su jefe, principalmente a todos los que trabajaron en el Gobierno de Javier Duarte; bajo la mano de Rogelio Franco, Veracruz vivió sus peores años de represión. Actualmente Franco Castán sigue aún en la cárcel, no por sus delitos administrativos, sino por problemas conyugales.

Eric Cisneros Burgos (Bola 8) también dejó un triste recuerdo a los veracruzanos, principalmente a los alcaldes que señalan en lo íntimo que tuvieron constantemente que ponerle recursos a la charola que _dicen_ les pasaba con mucha frecuencia para darle combustible a sus sueños de opio de ser candidato a Gobernador; Cisneros le generó múltiples enemigos a su jefe, mismos que aún buscan afectarlo, y a los veracruzanos nos dejó un ambiente muy revuelto.

El relevo de Cisneros, el tabasqueño Carlos Alberto Juárez Gil, un hombre de carácter ameno, ocupó la oficina, pero nunca tuvo la operatividad que necesitaba Veracruz; además de que nunca tendió puentes políticos.

Quizás, hasta el momento, Ricardo Ahued no sea “la octava maravilla”, pero hasta ahorita ha sido el “menos peor” de los últimos años, en muchos, muchos años, y tiene la enorme posibilidad de pasar a la historia como un gran Secretario de Gobierno, tanto porque tiene la capacidad, como porque la competencia con sus antecesores no es mucha.

Algo de lo que le urge a don Ricardo es salir de su burbuja de confort y fletarse en campo, tender puentes plurales y dejar de preocuparse por lo que podría venir.

El Secretario de Gobierno no es el “Llanero Solitario”, debe establecer alianzas y puentes múltiples, no solamente con sus cuates, sino con todos los actores sociales y políticos del estado, Ahued tiene la capacidad para ejecutar el tejido fino que requiere esta área, porque insistimos, podría ser un gran Secretario y dejar además establecidas líneas de Gobierno que servirían a futuro, y de paso exorcizar la silla embrujada de la Secretaría de Gobierno… ¡No nos falles amiguito! Diría el Tío Gamboín.