LA INVITACIÓN PÚBLICA DE LA ACTRIZ INTERNACIONAL SALMA HAYEK AL CARNAVAL DE VERACRUZ 2026 ES NOTICIA RELEVANTE
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El Carnaval, además, no es cualquier evento. Es memoria colectiva, economía popular, identidad mestiza y fiesta callejera.

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OPINIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-12-20

Redacción.- Cuando Salma Hayek toma el micrófono —aunque sea desde un video— no solo habla una actriz de fama mundial: habla una marca cultural con décadas de prestigio acumulado. Por eso no es menor que haya lanzado una invitación pública al Carnaval de Veracruz. No es un saludo protocolario ni una cortesía turística: es una declaración de identidad.

El mensaje de Hayek es sencillo, directo y profundamente simbólico. Se asume como veracruzana, nombra al carnaval como “el más alegre del mundo” y convoca a propios y extraños a vivirlo. En tiempos donde la promoción institucional suele quedarse corta o perderse en el ruido digital, una voz con legitimidad internacional hace lo que muchas campañas millonarias no logran: poner el foco.

La relevancia no está solo en quién lo dice, sino en lo que activa. Al pronunciar “Veracruz” desde una figura global, el estado deja de ser una nota local y vuelve a entrar —aunque sea por unos minutos— en la conversación internacional desde la cultura, no desde la tragedia, no desde la estadística roja, no desde el escándalo político. Eso, en sí mismo, ya es ganancia.

El Carnaval, además, no es cualquier evento. Es memoria colectiva, economía popular, identidad mestiza y fiesta callejera. Es la válvula de escape de una ciudad que históricamente ha sabido reír, bailar y resistir. Que una figura como Salma Hayek lo reivindique públicamente funciona como un retrato: recuerda a los veracruzanos el valor de lo que muchas veces se normaliza o se da por sentado.

Hay también un mensaje implícito hacia adentro. Cuando una veracruzana que triunfó en Hollywood no olvida su origen y lo nombra con orgullo, interpela a las élites locales, a los tomadores de decisiones y a quienes administran la cultura: el patrimonio no se improvisa ni se subestima, se cuida, se fortalece y se proyecta.

En términos prácticos, el impacto es claro. Turismo, derrama económica, visibilidad mediática. Pero en el fondo, el gesto tiene otra lectura más profunda: Veracruz vuelve a ser contado desde la alegría. Y en un país saturado de malas noticias, eso no es un detalle menor, es una estrategia narrativa poderosa.

Salma Hayek no organizó el carnaval, no definió el programa ni eligió a los reyes. Solo hizo algo aparentemente simple: decir “vengan”. Pero cuando esa invitación viene cargada de identidad, orgullo y memoria, el eco es mucho más largo que un video en redes. Es un recordatorio de que la cultura también es diplomacia, y que a veces, la mejor promoción es la que nace del amor por la tierra propia.

Políticamente, se va mostrando el resultado del encuentro sostenido hace unos meses por la Gobernadora Rocío Nahle García con Salma Hayek y Angelina Jolie en Boca del Río Veracruz. Además, no deja de ser un voto de confianza de la actriz y de la jefa del ejecutivo a la administración de Rosa María Hernández Espejo, que iniciará en enero, pero que ya empezó desde antes con una gran fuerza.

Apunte: Por cierto, ha trascendido que quien será su Directora de Cultura municipal es una mujer de lucha, aguerrida, que conoce del tema y que es muy querida en esa tierra santa llamada Veracruz Puerto.