Redacción. - ¿Qué le está pasando a Héctor Yunes? ¿Serán los años que ya le cobran factura? ¿Serán las derrotas y el largo tiempo en la banca? Pero en tiempos recientes ha mostrado que trae descompuesto el GPS.
Ahora se pronunció a favor de que Carolina Gudiño Corro o Ponciano Vázquez Parissi, releven al grisáceo Fofo Ramírez la dirigencia estatal del PRI:

"Hay perfiles que son adecuados para el partido, no es que sean ganadores, sino que sean adecuados para el momento", "Solo deben de cumplir con la expectativa que tiene el partido”, dijo ¿Así o más conformista?

Describió a Ponciano Vázquez Parissi, como un "extraordinario cuadro, con un liderazgo regional, que apenas acaba de arrasar en la zona sur y tiene una imagen de primera"; sí ganó, pero ganó porque él y su hermano se turnan la alcaldía y son unos caciques.

Dijo que Carolina Gudiño fue buena alcaldesa ¿Cuándo? Si hizo una pésima labor que solamente logró brillar porque Fidel la cargó en hombros.

Notas periodísticas de la época describen la administración de Gudiño (2011-2013) como decepcionante, sin cumplir las expectativas generadas en campaña, acusan de que causó divisiones en el partido y hasta en la población.

Las notas registran controversias como nepotismo, favoritismos y enriquecimiento personal de ella y de su círculo cercano, aunque no hay constancias oficiales de sanciones o procesos judiciales por esto.

Ahora el diputado priísta y ex candidato a gobernador, Héctor Yunes, se desmarca tácitamente para ocupar él la presidencia del PRI; pero la lógica dice que deben ser Héctor o Pepe quienes releven al Fofo; para llegar a levantar las ruinas del partido que está dejando este personaje que se ha empachado de tragarse las prerrogativas.

Si no es ninguno de ellos el presidente estatal, deberían ser por parte de Héctor Jorge Moreno Salinas; y por parte de Pepe, Américo Zúñiga Martínez; y así dejar de postular a sepultureros profesionales como lo son Ponciano y Carolina... ¡Háganme el refabrón cavor!