REDACCIÓN. – Hoy sucedió un impresionante accidente frente a Plaza América de Xalapa; le dimos a analizar las imágenes de la colisión a la IA, y esto concluyó.
Peritaje IA: Las imágenes del accidente ocurrido muestran una escena que, por la magnitud de los daños, remite más a un siniestro de autopista que a un choque urbano: un solo vehículo completamente fragmentado, dividido en dos secciones principales, con restos esparcidos a lo largo de varios carriles.

De acuerdo con un análisis técnico-visual preliminar, los daños no corresponden a una colisión común entre automóviles, sino a un evento de alta energía cinética provocado por la pérdida de control a velocidad considerable, en condiciones de pavimento mojado y visibilidad limitada.

El patrón de destrucción observado —separación del vehículo en dos partes, desprendimiento total del frente, deformación severa del chasis y dispersión longitudinal de fragmentos— indica un impacto violento contra un objeto fijo, como el camellón central, un árbol o una estructura rígida, seguido de un rebote y arrastre.

Especialistas en siniestros viales coinciden en que un automóvil solo se parte de esta manera cuando concurren varios factores críticos: exceso de velocidad, ausencia de frenado efectivo previo, impacto oblicuo y superficie resbaladiza. A diferencia de los choques entre vehículos, donde la energía se reparte, el impacto contra un objeto inmóvil concentra toda la fuerza en la estructura del automóvil.

El pavimento mojado habría reducido drásticamente la adherencia de las llantas, provocando un derrape súbito. Tras perder el control, el vehículo habría salido de su trayectoria, golpeando primero con una zona estructural clave, lo que generó el colapso del chasis y la separación de la carrocería.

La presencia de ramas y restos vegetales en la carpeta asfáltica refuerza la hipótesis de un impacto inicial contra el camellón o un elemento natural, antes de que las dos secciones del vehículo quedaran detenidas a varios metros de distancia entre sí.

Este tipo de siniestros suele clasificarse como accidentes de energía no disipada, en los que el automóvil no logra absorber progresivamente el impacto, provocando daños catastróficos incluso en vehículos con sistemas modernos de seguridad.

Las autoridades no han informado aún sobre las causas oficiales ni sobre el estado de los ocupantes, pero la escena deja en evidencia la violencia del impacto y vuelve a poner sobre la mesa el riesgo que representa el exceso de velocidad, especialmente bajo condiciones climáticas adversas y durante la noche.