Redacción. - El Senado de la República designó el 3 de diciembre de 2025 a Ernestina Godoy Ramos como nueva titular de la Fiscalía General de la República (FGR), en sustitución de Alejandro Gertz Manero, quien renunció al cargo la semana anterior. La votación por cédula concluyó con 97 sufragios a favor, 19 en contra y 11 nulos. Minutos después, Godoy rindió protesta ante el pleno y recibió su constancia oficial.

Godoy, abogada egresada de la UNAM, ha ocupado diversos cargos públicos, entre ellos diputaciones local y federal, senaduría, la titularidad de la Procuraduría y luego de la Fiscalía de la Ciudad de México (2018-2024), así como la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal. Con su nombramiento, se convierte en la primera mujer en asumir la FGR desde su transformación institucional en 2019.

Durante su comparecencia, la nueva fiscal aseguró que su gestión se basará en “inteligencia, análisis multidisciplinario y visión de Estado”, y afirmó que no habrá persecución política ni protección a redes de corrupción o delitos de alto impacto. También se comprometió a fortalecer la coordinación con autoridades federales y estatales, con un enfoque en las víctimas y la recuperación de la confianza ciudadana.

El proceso generó críticas de la oposición y de organizaciones civiles, que cuestionaron la rapidez del procedimiento y señalaron la cercanía de Godoy con el Poder Ejecutivo, lo que consideraron un riesgo para la autonomía de la FGR. También se recordaron los señalamientos que enfrentó durante su gestión en la Fiscalía capitalina, así como su no ratificación para un segundo periodo en ese cargo.

Godoy ejercerá como fiscal general durante un periodo de nueve años, lapso en el que deberá enfrentar retos como la crisis de impunidad, la atención a delitos de alto impacto y la consolidación de las capacidades técnicas de la institución. Su llegada marca un punto de inflexión en la procuración de justicia federal, con expectativas divididas entre quienes ven una oportunidad de renovación y quienes temen una mayor influencia política en la institución.

Lo que es un hecho es que el cambio era necesario, urgente e impostergable y que la figura de las Fiscalías en todo el país está desgastada; su esquema de funcionamiento ha demostrado su ineficacia y urge legislar otra figura que realmente funcione; por el momento un cambio de titular nacional podría abrir la puerta a una nueva dinámica, esperamos que sea positiva.