Redacción.- La muñeca más famosa del mundo volvió a ser tema de conversación, y no por su ropa rosa o sus fiestas de ensueño, sino por vestirse de leyenda. Mattel lanzó una edición especial de Barbie inspirada en La Llorona, la mítica figura del folclore mexicano, y el resultado ha sido un fenómeno que mezcla cultura, nostalgia y mercadotecnia global.

Esta “Barbie Día de Muertos: La Llorona” pertenece a la serie Signature de Mattel Creations, diseñada por el artista Javi Meabe, quien ha logrado transformar los símbolos tradicionales mexicanos en piezas de colección de alto valor estético. La muñeca aparece con un vestido de encaje blanco en capas, una falda interna azul, mangas translúcidas con diseños esqueletales y un tocado de rosas negras con velo de encaje. Su rostro, maquillado al estilo de Día de Muertos, combina la delicadeza icónica de Barbie con la solemnidad de la leyenda que —según el mito— vaga buscando a sus hijos.

Más allá del diseño, el verdadero éxito está en el mercado. En cuestión de horas tras su lanzamiento, la muñeca se agotó en la tienda oficial de Mattel, donde se pudo adquirir solamente en línea y tenía un precio aproximado de 110 dólares (cerca de 2 mil pesos). Las preventas en plataformas de reventa alcanzaron cifras que duplican ese monto, consolidando a la Barbie de La Llorona como una de las ediciones más buscadas del año. En México y Estados Unidos, coleccionistas y fanáticos del Día de Muertos la han convertido en objeto de deseo, no solo por su valor material, sino por lo que representa: la validación de la cultura mexicana en un escaparate global.

La empresa Mattel ha demostrado una vez más que la inclusión y la diversidad cultural no son solo gestos simbólicos, sino estrategias de mercado sumamente efectivas. Al igual que sus anteriores ediciones del Día de Muertos, esta versión conjuga arte, identidad y comercio en una fórmula que emociona y vende.

La Llorona, símbolo de tristeza y arrepentimiento, se reinventa en una muñeca que celebra la memoria y la tradición, y que al mismo tiempo conquistará vitrinas de Tokio a Los Ángeles: el llanto de una madre convertida en ícono de la moda y la cultura pop.

Y mientras millones suspiran por conseguir la muñeca que encarna al espíritu que llora por sus hijos, los padres de familia a los que no les alcance la quincena para comprarla dirán: ¡Aaaaay mis hijoooos!