DÍA INTERNACIONAL DEL CAFÉ: VERACRUZ, ORGULLO Y TRADICIÓN DE LA BEBIDA MÁS QUERIDA DEL MUNDO
Estado de Veracruz : DÍA INTERNACIONAL DEL CAFÉ: VERACRUZ, ORGULLO Y TRADICIÓN DE LA BEBIDA MÁS QUERIDA DEL MUNDO / Gamaliel Velazco

Gamaliel Velazco
/ 2025-10-01

DÍA INTERNACIONAL DEL CAFÉ: VERACRUZ, ORGULLO Y TRADICIÓN DE LA BEBIDA MÁS QUERIDA DEL MUNDO

Cada 1 de octubre el mundo celebra el Día Internacional del Café, una fecha proclamada por la Organización Internacional del Café (OIC) para rendir homenaje a una de las bebidas más consumidas y queridas en todos los continentes. Pero para los veracruzanos, esta conmemoración tiene un sabor especial: se trata de honrar una tradición que forma parte de la identidad cultural y económica de la región.

Veracruz no solo fue la puerta de entrada del café a México en el siglo XVIII, también es considerado por muchos como el productor del mejor café del mundo. Sus tierras montañosas, su clima húmedo y suelos volcánicos crean las condiciones perfectas para cultivar granos de alta calidad que han conquistado paladares en mercados nacionales e internacionales.

Desde Coatepec y Xico hasta Huatusco, Córdoba y Zongolica, las fincas cafetaleras guardan historias de familias que han trabajado generación tras generación con el mismo empeño y respeto por la tierra. Para los jarochos, el café no es solamente una bebida: es un símbolo de hospitalidad, una compañía indispensable en reuniones familiares y un motor económico que sostiene a miles de productores.

En Veracruz, el café se disfruta en todas sus formas: el aromático lechero de las cafeterías tradicionales, el café de olla con piloncillo y canela en los mercados, o el espresso de las casas modernas que exportan calidad a Europa, Asia y Norteamérica. Cada taza encierra la pasión de un pueblo que, con orgullo, presume al mundo su sabor inconfundible.

Hoy, mientras el planeta levanta la taza para celebrar al café, Veracruz reafirma su lugar como cuna y estandarte de esta bebida universal. Para muchos, el mejor café del mundo nace aquí, entre montañas y neblinas jarochas, donde cada sorbo sabe a historia, tradición y tierra fértil.