Ciudad de México, 17 de septiembre de 2025 | Redacción. -El Grito de Independencia de Claudia Sheinbaum Pardo quedará registrado como un parteaguas histórico: por primera vez, una mujer al frente de la Presidencia de México encabezó la ceremonia, y lo hizo con una asistencia sin precedentes. La Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México reportó alrededor de 280 mil personas en la plancha del Zócalo y calles aledañas, más del doble de los 130 mil asistentes contabilizados durante el primer Grito de Andrés Manuel López Obrador en 2019, según cifras oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

La comparación resulta inevitable. En su arranque como presidente, López Obrador contó con un entusiasmo popular que llenó el Zócalo en aquel septiembre de 2019, consolidando su legitimidad con 130 mil ciudadanos presentes. Sin embargo, la convocatoria de Sheinbaum en esta misma ceremonia no solo superó esa cifra de manera contundente, sino que reflejó un momento político aún más sólido: los programas sociales funcionando a plenitud y decisiones de alto impacto, como el desmantelamiento de redes de corrupción en instituciones antes intocables, han reforzado la imagen de su gobierno.

En materia de aceptación popular, las cifras también inclinan la balanza hacia la Presidenta. Mientras que López Obrador registraba 68 por ciento de aprobación en su primer año, Sheinbaum alcanza actualmente el 79 por ciento, lo que confirma que su arranque no solo es histórico por género, sino también por respaldo ciudadano.

El primer Grito de Sheinbaum, además de ser un acto cívico, se transformó en un símbolo político: la primera Presidenta del país no solo se colocó en el balcón central de Palacio Nacional para pronunciar los “¡Vivas!” de la Independencia, sino que lo hizo frente a una multitud que duplicó la de su antecesor, dejando claro que la historia se escribe también con comparativos.