Redacción Revista el Tlacuilo.- Cualquier universidad que se precie de serlo, defiende su autonomía por encima de todo; no es el caso de la Universidad Veracruzana, en donde se escribe hoy una bochornosa página para la máxima casa de estudios veracruzana; se trata de la presencia policiaca al interior de la USBI, que vulnera su autonomía, lo peor del caso es que los Municipales se instalaron a solicitud de la rectoría para “proteger” al rector.

Empleados universitarios y la fuerza pública municipal cercaron el acceso al recinto en donde se llevará a cabo el Consejo Universitario General y el último informe del Rector saliente Martín Aguilar, decimos último porque confiamos que la fuerza de estudiantes, catedráticos y sociedad en general sea más poderosa que el deseo por parte del Rector Espurio, de perpetuarse.

Los accesos están bloqueados desde ayer, pero eso no ha impedido la presencia de diversos sectores universitarios que repudian el intento de prórroga de Aguilar; y que después de estas acciones que denigran a la Universidad, se le sumaran más voces.

El investigador universitario Miguel Casillas, registra en la Jornada Veracruz de Tulio Moreno:

“Este miércoles 27 de agosto el rector presentará su cuarto y último informe sobre su gestión. Es poco probable que se reconozca la ausencia de un proyecto académico de largo aliento para una universidad de excelencia, pues en estos cuatro años nada se ha avanzado en la modernización y desarrollo del modelo de enseñanza; nada se ha avanzado en el proceso de digitalización para ampliar la oferta académica; no hubo claridad para impulsar la actualización de los planes de estudios en los temas principales:

igualdad de género, sustentabilidad, derechos humanos, cultura digital. No es probable que se reconozca públicamente el fracaso de las aulas híbridas y la ausencia de un proyecto tecnológico con base académica. Nada se dirá de la fragilidad de nuestros cuerpos académicos, de la ausencia de fomento a la investigación científica, del abandono a los proyectos de vinculación, del fracaso de las políticas de posgrado. No hay un proyecto académico para cada una de las regiones y la UVI está casi abandonada”.

Aunado a lo ya citado, está la opacidad en el manejo de los recursos millonarios, los cobros irregulares en las instalaciones de la USBI y el nulo oficio político por parte del Rector Espurio.
¡Con razón no quiere dar la cara!

Apunte: Tache también para la policía municipal de Xalapa, que nunca debió pisar suelo universitario, se lo pida quien lo pida.