LA EDUCACIÓN COMO ARMA PARA CAMBIAR EL MUNDO

Desde Juárez hasta Mandela, la enseñanza ha sido vista como la herramienta más poderosa de transformación.

Redacción.- La educación ha sido concebida como el cimiento sobre el que se construyen las sociedades. Lejos de ser solo un espacio de transmisión de conocimientos, es un proceso que transforma a los individuos en ciudadanos capaces de incidir en su entorno. Esa visión, compartida por distintos pensadores y líderes, sigue vigente hoy como brújula en contextos sociales donde los retos son la desigualdad, la exclusión y la falta de oportunidades.

José Vasconcelos afirmaba que “la educación es la redención de la patria”, subrayando que un país no puede aspirar a la justicia social ni al progreso sin un proyecto educativo sólido. En el mismo tono, Benito Juárez señaló que “la instrucción es la primera base de la prosperidad de un pueblo”, dejando claro que los avances económicos y políticos dependen en gran medida de la preparación de su gente. Más recientemente, Nelson Mandela recordó al mundo que “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, una frase que resuena con fuerza en sociedades que aún enfrentan brechas profundas.

En este mismo espíritu, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, retomó esa tradición de pensamiento al afirmar en Tierra Blanca, durante la entrega de mobiliario y equipo escolar previo al inicio del ciclo 2025-2026, que “un pueblo educado es un pueblo que avanza”. Con ello, refrendó que el fortalecimiento de la enseñanza pública es un compromiso central de su gobierno.

Hoy, estas ideas encuentran eco en proyectos educativos como la Nueva Escuela Mexicana (NEM), que propone una enseñanza inclusiva, integral y con calidad, orientada a reducir desigualdades y abrir espacios a quienes históricamente han sido marginados. La apuesta es clara: formar ciudadanos críticos, empáticos y conscientes de su papel en la construcción de un país más equitativo. Temas que hoy son principios fundamentales para la Secretaria de Educación de Veracruz.

Los desafíos sociales de hoy —pobreza, violencia, discriminación— encuentran en la educación un punto de partida. Una escuela que forma con valores y conciencia social no solo prepara a futuros profesionistas, sino a seres humanos capaces de generar comunidad, defender derechos y transformar estructuras injustas.

En síntesis, la educación no es un lujo ni un privilegio: es la palanca que impulsa la movilidad social, la cohesión comunitaria y el desarrollo económico. Es la base de toda democracia viva. Y mientras más firme sea ese pilar, mayor será la posibilidad de que los pueblos avancen hacia un futuro con justicia y dignidad. Por ello el trabajo diario y sin escatimar esfuerzos será un gran pilar.