Redacción. - A lo largo de la historia, varios regímenes autoritarios y conservadores han buscado imponer reglas estrictas sobre la apariencia física de los estudiantes, incluyendo el corte de cabello en las escuelas. Esto casi siempre se relaciona con el control social, la disciplina y la uniformidad.

Nuestro propio país. México (50 a 80), cuidó que el cabello no estuviera largo por relacionarlo con la rebeldía del rock y los hippies.

Pero no todos los casos son tan anecdóticos; el régimen militar y posguerra de Japón exigía a los estudiantes varones llevar el cabello muy corto, y a las mujeres peinados uniformes.

La Alemania nazi (1933-1945) instaba que en las juventudes hitlerianas (Hitlerjugend), a que los varones llevaran de manera obligada cortes de cabello cortos, similares a los militares, como símbolo de disciplina y obediencia.

En Corea del Sur (décadas de 1970-80), durante la dictadura militar del régimen de Park Chung-hee y después Chun Doo-hwan, se impusieron normas de cabello: los hombres no podían dejarlo crecer más de unos centímetros, y las mujeres no podían llevar estilos considerados “provocativos”.

La exigencia de un determinado arreglo en el cabello también fue impuesta por la China maoísta (1949–1976); y también, a pesar del atuendo de los libertadores, el cabello corto fue obñigatorio en estudiantes de la Cuba revolucionaria (años 60 y 70).

Ahora el régimen salvadoreño, liderado por Nayib Bukele, se suma a las naciones que deciden imponer un arreglo determinado a los estudiantes, de acuerdo a normas oficialistas.

La nueva normativa que entró en vigor el pasado miércoles, exige a los alumnos asistir a clases con un corte de cabello “adecuado”, uniforme limpio y saludar con educación antes de ingresar al aula.

Maestros y directores reciben en la puerta a los alumnos para verificar que su atuendo y corte de cabello correspondan a la norma.