Redacción El Tlacuilo.— Durante la VIII Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Morena, celebrada este domingo, el mensaje fue claro y retumbó entre las paredes del recinto: “¡Fuera los Yunes!”. El grito surgió justo después de que el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, expusiera los resolutivos tres y cuatro del orden del día, que establecen mecanismos para impedir la afiliación de personajes ajenos a los principios de la Cuarta Transformación.

En particular, el punto tres ordena que la Comisión Nacional de Evaluación cree un filtro para nuevas incorporaciones, “sin oportunismo”; mientras que el punto cuatro enfatiza que solo podrán afiliarse personas con compromiso probado hacia el Movimiento, sin antecedentes cuestionables ni vínculos que contradigan los ideales de Morena.

Estos dos acuerdos fueron interpretados como un claro portazo para los Yunes del Estero —el exgobernador panista Miguel Ángel viejo y su hijo, el senador Miguel Ángel chiquito— quienes, pese a su historial de confrontación con la 4T, han sido cobijados por el grupo parlamentario de Morena en el Senado.

La crítica no se quedó ahí: se recordó que estos personajes, que durante la pasada contienda electoral fueron los principales operadores contra la entonces candidata morenista al gobierno de Veracruz, hoy gozan de beneficios dentro del partido gracias al respaldo de Adán Augusto López, quien, a decir de algunos militantes, ha perdido fuerza e influencia dentro del movimiento.

Así, con nuevas reglas en mano y un grito de repudio que se convirtió en eco simbólico del sentir de la base, Morena mandó un mensaje contundente: el partido no está abierto a reciclajes de oscuros personajes.