RASTREADORES: LOS ESPÍAS DIGITALES QUE TE INVENTAN UNA VIDA (SIN QUE LO SEPAS)
INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo: / Revista el Tlacuilo

Revista el Tlacuilo
INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-06-22

Redacción El Tlacuilo.— Te ha sucedido que buscas algo en Internet y te empiezan a aparecer anuncios del mismo tema sin que los busques; o quizás comentás algo y cuando entrás a internet ahí están temas relacionados a lo que comentaste ¿Qué pasa ahí?

No necesitas publicar tu vida para que alguien la sepa. Basta con que navegues por internet. Y es que, sin darnos cuenta, cada clic, cada búsqueda, cada segundo que pasamos en línea está siendo vigilado por rastreadores digitales, esos espías invisibles que recolectan información para crear un perfil de ti… aunque no sea real.

¿Quién te sigue?

No son personas. Son scripts, píxeles, cookies y otras herramientas que se cuelan en casi todas las páginas web, apps y redes sociales. Están ahí para observar lo que haces, lo que consumes, lo que lees, lo que escribes. Pueden saber:

Qué sitios visitas y cuánto tiempo pasas en ellos

Qué productos miras, compras o abandonas en el carrito

Qué tipo de contenido te gusta o te enoja

Desde qué dispositivo navegas, en qué ciudad estás y qué tipo de internet usas

Todo eso se junta, se analiza con inteligencia artificial y se convierte en un perfil digital, que puede no tener nada que ver contigo, pero que se vende como si fueras tú.

El perfil que no pediste… y que no puedes controlar

Ese perfil “tuyo” podría decir que eres madre soltera, aficionado a las armas, depresivo, probable votante de derecha, comprador compulsivo o fan de teorías de conspiración. ¿Verdad o mentira? No importa. Ese perfil será el que usarán para venderte cosas, para mostrarte noticias y para decidir qué ves y qué no ves en línea.

Y lo peor: no lo creaste tú, lo crearon los rastreadores, con base en lo que interpretaron de tus movimientos digitales.

¿Quién compra estos perfiles?

Empresas de publicidad, para venderte productos que “seguramente te interesan”

Partidos políticos, para enviarte propaganda personalizada (sí, eso ya pasó en México)

Bancos y aseguradoras, para evaluar si mereces un crédito o una póliza

Agencias de seguridad, que podrían usar esa información en investigaciones

Todo sin que firmes nada. Todo sin que lo sepas.

¿Y cómo nos defendemos?

Aunque parezca que no se puede hacer nada, hay algunas acciones que te ayudan a recuperar algo de control:

Usa navegadores como Firefox o Brave, que bloquean rastreadores por defecto

Instala extensiones como uBlock Origin o Privacy Badger

Navega en modo incógnito cuando no quieras ser rastreado

Usa VPNs para ocultar tu ubicación real

Rechaza cookies innecesarias cuando entres a sitios web

Evita iniciar sesión con tu cuenta de Google o Facebook en cualquier equipo.

¿Ficción paranoica? No. Realidad cotidiana

Todo esto no es conspiración ni exageración. Son prácticas comunes, documentadas y, en muchos casos, legales. Lo que no es legal (aunque lo hacen) es manipular o perfilar a la gente sin su consentimiento real, como ya ha sido señalado en escándalos como el de Cambridge Analytica.

Así que la próxima vez que veas un anuncio que parece que te leyó la mente… probablemente no lo hizo. Solo te está leyendo el perfil que alguien más escribió por ti.

Para completar el cuadro: el micrófono de tu teléfono móvil NO debería. Pero ha habido casos documentados de Apps maliciosas que usan el micrófono para recolectar datos sin avisarte.

Empresas que recopilan fragmentos de audio para mejorar sus algoritmos (aunque dicen que lo hacen de forma anónima).

Algoritmos publicitarios que no te escuchan, pero parecen hacerlo porque usan otros datos (ubicación, historial de navegación, hábitos de uso, etc.) para mostrarte anuncios muy precisos.

Para las redes somos un producto en lo que poco se respeta la privacidad, es el mal de nuestros tiempos.