Redacción | Tlacuilo.- Muy pronto José Luis Salinas, se sitúo entre los mejores comediantes de México, su chiste de Tlaxcala está saliéndole tan caro como el de Kentucky a Platanito, o el de la quinceañera a Franco Escamilla.
Recordemos que hace unos días se difundió un video en el que Salinas, durante una reunión privada, menospreciaba a Tlaxcala en tono burlón. “Ser director del Metro, digo para los de Tlaxcala que no están aquí, es mejor que ser gobernador de Tlaxcala”, se escucha decir al empresario, a quien le celebran el chiste entre risas, rodeado de políticos de Morena y del Partido del Trabajo, partidos afines al Gobierno de esta entidad.

Ahora, ocho sucursales de la cadena “El Pollo Feliz” ubicadas en Tlaxcala fueron clausuradas por supuestas faltas sanitarias y administrativas, pero el hecho es percibido como represalia al chistecito, pues ocurrieron días después de que el dueño de la marca, José Luis Salinas, emitiera el comentario clasista contra el estado. Para muchos, la medida no es casualidad, sino que se trata de vengarse y algunos lo celebran diciendo que está bien que no se permita la burla de empresarios que lucran con el estado. Por el momento las clausuras ponen en riesgo a trabajadores a quedarse sin empleo y tienen al empresario con pérdidas millonarias.

El gobierno estatal de Tlaxcala, por su parte asegura que las suspensiones se deben a irregularidades detectadas durante inspecciones de rutina, y da el dato de que 10 locales más de distintos giros que no son propiedad de Salinas fueron clausurados, pero en redes sociales se mantiene la teoría de una venganza oficial.

La gobernadora del estado, Lorena Cuéllar Cisneros, en el momento del “chistorete” no tardó en pronunciarse y calificó el comentario como “profundamente ofensivo”, “excluyentes” y “clasistas”, además de exigir una disculpa pública tanto del empresario como de quienes lo acompañaban. En respuesta, Salinas compartió un mensaje en redes en el que explicaba que “fue sin querer queriendo”, que se le había mal interpretado y que respetaba mucho a Tlaxcala, pero nunca ofreció una disculpa en sí; a ver ahora que dice, porque ya le pusieron triste a su pollo feliz.