“¿DUARTE VA A DEJAR DE AGUANTAR VARA?”, EMPEZÓ POR SEÑALAR A DOS PERSONAJES
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Ojalá que Javier Duarte fuera develando quienes, y cómo lo fueron traicionando y cargándole a él todas las culpas.

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INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-02-18

(Redacción).- Javier Duarte fue traicionado, entrampado y perseguido por muchos; más allá de lo que pueda indicar la ley, sus más cercanos lo mandaron al matadero; sin embargo, él ha guardado silencio sin hablar de las traiciones, pues fue vendido hasta por el mismo Peña Nieto; pero “ha aguantado vara”, como decía su encargada de prensa que también lo empujó al despeñadero.

Por eso es de celebrarse que Duarte de Ochoa señale a dos de sus traidores a través de “X”:
“Los cobardes son capaces de hacer o decir cualquier estupidez aunque traicionen los principios éticos y morales más elementales a cambio de salvar su pellejo, los Yunes son un claro ejemplo de esto, otro es Tarek Abdala quien gracias y únicamente a sus dichos (imposibles de comprobar su veracidad ya que no existe un sólo documento o dato de prueba que respalde sus acusaciones) es testigo protegido de la FGR y por lo tanto las autoridades judiciales y algunos medios de comunicación toman su palabra como una verdad absoluta, gozando además de total impunidad a pesar de haber confesado su participación en la comisión de delitos en los que por ley él es el único responsable”. Posteó.

Ahí están, los Yunes a los que fortaleció e impulsó hasta darles una senaduría y una alcaldía, sumándose así Duarte a la lista de personajes a los que han traicionado y traicionarán.
Tarek Abdalá Saad, recién reiteró sus acusaciones de desvío de recursos cuando él mismo era Tesorero, cargándole desde luego toda la culpa a quien era Gobernador; las acusaciones de Tarek podrían darle argumentos a la FGR para fincarle nuevos cargos a Duarte; de ese tamaño es la traición.

Ojalá que Javier Duarte fuera develando quienes, y cómo lo fueron traicionando y cargándole a él todas las culpas, las personales y las generales, siendo el cordobés el chivo expiatorio de todas las culpas del sexenio estatal, y de una buena parte del Gobierno federal; si Duarte hablara, hasta una candidatura del Verde en el norte del estado se caería y muchas cabezas rodarían por el lodo que les corresponde.