
Revista el Tlacuilo
REDACCIÓN / 2023-07-20
México ya experimenta los efectos negativos de la falta de agua. Durante los últimos años, las regiones centro y norte del país han vivido escasez de agua debido al aumento de las sequías. De acuerdo con datos del Banco Mundial, en el país la disponibilidad promedio anual per cápita pasó de 10 mil metros cúbicos (m3) en 1960 a 4 mil en 2012. Se estima que para 2030, esta disponibilidad en México podría estar por debajo de los 3 mil m3 por habitante al año; si es que no tomamos cartas en el asunto, tanto sociedad como autoridades, tema fundamental es dejar de contaminar los mantos acuíferos.
Mientras tanto, la escases ha tomado desprevenidas a las autoridades que no han podido responder a los ciudadanos; dentro de ese vacío de servicios los habitantes de las ciudades han tenido que comprar pipas de agua, lo que está generando un problema más, pues como es obvio los de las pipas no generan agua, se la roban de donde pueden y los dejan, para después trasladarla hasta los desesperados vecinos que las compran a precio de oro, esté como esté de sucia y cuate lo que cueste.
Víctima de esas acciones fue un puente sobre el Sedeño, entre Banderilla y Xalapa, en donde una pipa se detuvo para jalar la poca agua del río y fracturó la estructura, dejando incomunicados a los vecinos. O la Laguna del Castillo de donde particulares extraen el vital líquido, sin permiso alguno.
Y así mismo un ojo de agua en Rancho Nuevo que están a punto de secar; los comerciantes “piperos” extraen agua de cualquier laguna, río o charco cercano a las ciudades, ante la omisión de las autoridades ¡Aguas con el agua! Estamos empeorando las cosas.