Estas vacaciones están matizadas por dos factores, el primero positivo es que ya el coronavirus no es pandemia y la gente se desplazó con toda confianza a los centros vacacionales; el segundo es negativo, una serie de accidentes en carretera y centros vacacionales; además de hechos delictivos escandalosos en varios puntos del país.

El accidente más reciente fue la caída de un árbol sobre una alberca, que ocasionó varios heridos y la desafortunada muerta de un bebe; esto sucedió en un balneario de Comanjilla (entre León y Silao).

En Veracruz ha habido varias personas ahogadas y una pelea campal en playas de Villa del Mar.

Acapulco ha sufrido dos balaceras donde han salido afectados turistas y prestadores de servicios mientras que en Guanajuato han secuestrado turistas “por mayoreo”; por su parte en Zacatecas fueron masacrados cinco motociclistas. El año pasado las balaceras fueron en Manzanillo y también en Acapulco; ojalá la violencia no se convierta en una constante vacacional.

Los accidentes automovilísticos se habían incrementado al inicio de las vacaciones en un 10%, pero hasta el día de hoy el aumento debe ser más del doble de esa cifra.

Si usted desea evitar accidentes no use el teléfono móvil en carretera, no maneje cansado o bajo influjo de alcohol o drogas, y cheque bien su vehículo; para prevenir ahogamientos, de igual manera, nadar alcoholizado aumenta los riesgos, no nade solo y téngale mucho respeto al agua, más si son lugares que no conocíamos; de las balaceras no hay como librarse, es estar en el lugar equivocado en la hora equivocada, y eso no existe manera de saberlo anticipadamente.