A inicios de 1800 el considerado cofundador de la geografía como ciencia empírica Alexander von Humbord, bautizó a la ahora capital de Veracruz como ciudad de las flores durante su expedición por América.

El clima y topografía de Xalapa son privilegiados, el bosque mesófilo es una joya que merece ser cuidada por la ciudadanía. Un espacio tan generoso que como premio por los cuidados y el respeto nos regala su inigualable esplendor.
Es un gusto ver que, en el primer cuadro de la ciudad personal de Parques y Jardines, con esmero tienen un espacio en el mero centro de la ciudad, el “Parque Juárez”, como en mucho tiempo no se había visto.
De pie sobre las jardineras riegan con cuidado flores que enamoran con su belleza, echándole la mano, con manos que tienen un cuidado y esmero de primera.

En una tarde soleada y con clima templado, escuché a una ciudadana caminando por el parque decir “ay que hermosas, que preciosas”, cambiando con una gran sonrisa cerca de las flores que eran regadas, estas alegrías son un regalo que nos brinda la ciudad de la que todos somos parte.

Cuidemos nuestro bosque, que tiene árboles de más de treinta metros de altura, por poner un ejemplo, majestuosos Jinicuiles, que algunos afortunados tuvimos el privilegio de cosechar a palos durante nuestra infancia, regalándonos momentos que, con cuidado y cariño por nuestro espacio, en el futuro se podrán emular.