En Xalapa existe un grupo _que no es grande_ de personas en situación de calle, de manera personal hemos contabilizado quizás diez personas en los primeros cuadros de la capital de Veracruz, por lo que consideramos que solucionarles su problema no es un asunto complejo y se lograría atender a un grupo de verdad vulnerable, porque si a los ninis el gobierno federal les abrió la cartera, no vemos por qué a este sector que en verdad lo necesita no pudiera suceder así.

Sería un acto de humanidad atender a esta gente que observamos frecuentemente lastimados y visiblemente enfermos “sin hogar y sin patria”; la gran mayoría de ellos es gente tranquila, pero sí hay algunos que son agresivos, lo que representa un riesgo para ellos mismos y para la sociedad.
Es importante puntualizar que existen albergues en la ciudad, tanto oficiales como de la iniciativa privada, pero también es necesario apuntar que no se trata de darles en donde dormir a este sector poblacional porque incluso ellos mismos lo rechazan, se trata de reintegrarlos a través de una atención completa; es paradójico que los delincuentes cuentan con Centros de Reintegración con techo comida y sustento gratuito, mientras que a ellos, que no cometieron delito alguno ni los ven ni los oyen; es más, a veces son pretexto para sacar raja económica como es el caso del albergue del DIF Xalapa que atiende a dos o tres personas por día y dicen que tenía una nómina de cientos de “trabajadores”; así comentan que lo encontró Ahued y que ya corrigió.

Ahora que el alcalde Ricardo Ahued se está ocupando de problemas de la ciudad de Xalapa que tradicionalmente eran ignorados, sería bueno que volteara a ver hacía quienes han sido ignorados durante décadas.

Quienes radicamos en la ciudad recordamos al personaje de la tercera edad que tenía su cama y enseres para pernoctar en la banqueta frente a los lagos y que ahí murió hace poco tiempo, sin que ninguna autoridad lo atendiera.

En charla con el actual alcalde Ahued, nos expresó su convicción de crear en Xalapa una mejor ciudad y conformar una mejor sociedad; pues aquí le recordamos a este prietito en el arroz que requiere de su atención o de su vinculación con los otros niveles de gobierno; confiamos que así puede suceder porque está honrando su palabra, pues al menos en obra pública jamás se había visto tanta obra junta y en tantos puntos de la ciudad.