16 de marzo, 2022.- El dinero, o la posibilidad de obtenerlo nublan la visión moral casi siempre, sucede en todos los niveles de vida.

Muy distinto suena el Mike Tyson que en el 2010 admitió que había subido al ring drogado cuando, durante una revancha mordió la oreja de Evander Holyfield, en uno de los momentos más escandalosos de la historia del boxeo:

"No pensaba en el boxeo cuando lo mordí. No me preocupaba el boxeo. Está mal lo que le hice, muy mal. Me volví como loco", "Mi vida entera ha sido una mentira. Me siento incómodo cuando la gente me adora y me quiere; me siento sucio". Confesó el "Iron Mike.

Pero ahora, por negocio, el acontecimiento de la mordida y las drogas le parecen tan chuscos que ha lanzado comestibles de marihuana con forma de una oreja mordida, haciendo referencia a esa infame pelea por el título mundial de los pesos pesados con Holyfield en 1997.

Tyson fue multado entonces con tres millones de dólares por la Comisión Atlética del Estado de Nevada por sus acciones y no volvió a pelear durante más de un año, mientras los médicos realizaban una intervención de 90 minutos para intentar salvar la oreja de Holyfield; es decir que si no hubiera sido arrastrado por las drogas no tendría necesidad ahora de venderlas.

Desde hace un tiempo Tyson es defensor y comercializador del uso de la mariguana. A algunos puede parecerles que su nuevo producto es gracioso, pero no; ni el mismo Tyson lo creería así si se lo hubieran dicho en aquel lejano año 2010, cuando tuvo algunos meses de lucidez.