Por años o para decirlo con más propiedad, por generaciones, los gobiernos municipales se gastaron alegremente las partidas destinadas a los primeros meses del siguiente año fiscal y pedían prestado a la secretaría de Finanzas que con la mano en la cintura les soltaba los billetes. En su último año de gobierno el alcalde saliente le decía a su sucesor, “Me gasté todo el presupuesto y más, pero no te preocupes, pídele a Finanzas para que te saque del atolladero” y así se hacía.

En su comparecencia de este martes el titular de la Sefiplan José Luis Lima Franco, dijo que con la pena pero los alcaldes que hereden adeudos de sus antecesores no serán auxiliados por la dependencia. “No les ayudaremos a pagar y se los decimos de una vez porque luego a fin de año vienen a tocarnos la puerta” dijo el funcionario.

Estamos seguros estimado lector, que al menos cuatro docenas de alcaldes recibieron un cubetazo de agua helada porque literalmente se meterán en una bronca mayúscula si por ejemplo, no tienen para pagar la primera quincena de enero o lo que es peor, su antecesor se fue y no pagó el aguinaldo, sin contar con los pagos a proveedores.

Fueron varios los alcaldes electos que estuvieron en el Congreso local durante la comparecencia de Lima Franco con el avieso propósito de soltarle un sablazo, pero se toparon con pared. Uno de ellos fue el alcalde de Tuxpan José Manuel Pozos Castro, al que se le fue el color cuando escuchó la sentencia del funcionario estatal. Y es que Pozos iba por lana, pero salió trasquilado.