Fue en el 2008 cuando al entonces gobernador Fidel Herrera, se le ocurrió que el impuesto sobre la tenencia vehicular entrara a la Bolsa de Valores y 199 municipios le hicieron caso. Ahora ya no hallan cómo pagar un adeudo que crece más rápido que la verdolaga.

De acuerdo con el informe del ORFIS sobre la Cuenta Pública 2020, el 16 de diciembre del 2008 un total de 199 Ayuntamientos colocaron en la BMV 1, 207 millones 999 mil 591 pesos a un plazo de 332 meses. Al cierre del 31 de diciembre de 2020 ya han transcurrido 144 meses (12 años) y la deuda ahora es de 1, 387 millones 832 mil 195.62 pesos.

Hace 12 años uno de los que aplaudió la bursatilización fue Javier Duarte que la puso como la panacea contra todos los males económicos de la entidad, pero hoy se ha vuelto una pesadilla.

Con ese esquema de financiamiento bursátil, los municipios recibieron recursos “frescos” para la realización oportuna de inversiones públicas productivas y/o pago de deuda. Además se estableció el compromiso de impulsar un modelo de desarrollo sostenible y sustentable que incentivara la inversión pública productiva en beneficio del desarrollo económico municipal.

Bueno, todo eso amable lector se lo llevó el diablo. Y quienes tenemos que pagar los platos rotos como siempre, somos los veracruzanos.