INDIFERENCIA ANTE LA SALUD MENTAL DE LOS NIÑOS Y JOVENES
Xalapa. Ver: Videojuegos, películas, series y hasta música promueven la violencia. /
Videojuegos, películas, series y hasta música promueven la violencia.


Xalapa. Ver / 2021-08-30

Un fragmento de una canción de Alberto Cortez habla sobre los niños que juegan con balas de goma y falsas pistolas; les pregunta a los chamacos “¿Quién se las dio?” y ellos le retoban: “Fuiste tú y mis hermanos, vestidos de paisano, que con estos juguetes, me llenaron las manos… que por ser de juguete, dicen que no hacen daño”. Desde luego la reflexión pertenece a otra época, porque si el autor de esas líneas viera lo que actualmente les ponemos a los niños en las manos seguramente le daría un infarto de la impresión. Quien escribe, sigue sosteniendo la tesis de que mucha de la violencia que vivimos en este momento es en parte consecuencia de la apología del asesinato y de la agresión física que el arte y los videojuegos han hecho.

Si en esos tiempos de antaño escandalizaba el hecho de que los niños se pegaran unos guamazos con pistolas de dardos, debemos estar ciegos para no alarmarnos con las imágenes de los juegos virtuales, que chorrean sangre por todos lados y entre más seres humanos maten, más premios en puntos, niveles o poder reciben; incluso hay algunos de ellos que ubican al jugador dentro de la delincuencia organizada; mientras que en otros es indistinto pelear a golpes o a balazos contra un hombre o una mujer; actitud que muchos jóvenes han llevado a la vida real.

En el mundo virtual el hecho de matar o golpear es divertido, cotidiano y permitido; es difícil saber en qué momento quienes los juegan pierden la dimensión entre la fantasía y la realidad; han existido casos de crímenes en el que los asesinos señalan específicamente que fueron influenciados por los videojuegos; pero estamos seguros que muchos otros, aunque no se diga, son producto de la insensibilidad y menosprecio hacía la vida con el que algunos jóvenes han crecido a través de imágenes de violencia que “por ser juegos, dicen que no hacen daño”.

Ente algunos de los criminales más sonados está el de José Rabadán, que asesinó a toda su familia con una espada Samurai, inspirándose en el juego “Final Fantasy VIII”; el de un joven de 16 años en España, que balaceó a sus padres porque no lo dejaban jugar “Halo 3”; y quizás el más específico quizás sea el del joven Devin Moore, adicto al juego “Grand Theft Auto: Vice City”, quién después de matar a tres policías declaró: “la vida es un videojuego. Todo el mundo tiene que morir en algún momento”. Aquí en nuestro terruño, está el niño de Coahuila, de apenas once años de edad, que asesinó en la escuela a su maestra y dos alumnos, lo hizo influenciado por el videojuego “Natural Selection”.

Existe una larga fila de más casos similares, pero para muestra con estos botones basta.

Desafortunadamente las instituciones de salud, Gobernación y hasta los mismos persignados de las asociaciones religiosas, permanecen omisos ante los daños en la salud mental que los videojuegos producen en la mente humana.

Otro factor de riesgo son las series, películas y demás divertimentos que han hecho del crimen una virtud, y han situado a los narcotraficantes como a los héroes de nuestra historia moderna, para sus realizadores El Chapo y Félix Gallardo son tan revolucionarios como Villa o Zapata, todo esto sucede ante una sociedad que prefiere ignorarlo o hacerse de la vista gorda. Parecería un exabrupto de moralidad, pero no, es una advertencia en pro de la salud mental.