Resulta que en uno de los tantos retenes que hay en Veracruz, elementos de la SSP detuvieron a un sujeto que responde al nombre de Addi Castillo que circulaba a bordo de una camioneta Raptor color azul. Al ser interrogado, dijo que la propiedad de la camioneta es del alcalde de Alto Lucero, Javier Castillo Viveros y él es su chofer.

Hasta ahí las cosas iban bien, pero cuando se hizo una revisión de la unidad los policías encontraron una pistola y tres millones de pesos en efectivo, por lo que al no presentar el permiso para portar armas ni comprobar la procedencia del dinero, el chofer fue detenido.

Al ser enterado del asunto, don Javier Castillo se lanzó al lugar a aclarar la situación. Pero vaya usted a saber en qué plan llegó, porque al grito de “tu también vas pa’ arriba” los policías lo detuvieron y lo subieron esposado a la batea de una patrulla.

A la hora de hacer esta nota el alcalde seguía detenido, el chofer ni se diga y los tres millones de pesos estaban incautados por el MP.

Quizá más adelante se sepa por qué detuvieron al señor Castillo. Lo que nunca se sabrá es si en efecto eran tres millones de pesos los que llevaba el chofer y no seis millones. Y es que en estos casos la policía siempre regresa la mitad del dinero, porque la otra mitad se evapora misteriosamente.