LOS QUE “SE VAN”

No hay mal que dure cien años, así es que estamos a solamente unos días de que concluya la LXV Legislatura de Veracruz. Se va una camada de diputados sui generis de la que se salvan muy pocos, la mayoría de los cincuenta huéspedes del edificio de Encanto pasaron por las curules sin pena ni gloria, sin representar a nada ni a nadie, refrendando el concepto de “levanta dedos” que creíamos que ya iba de salida.

Desafortunadamente la estructura política y el candor social permitirán que algunos esos flamantemente legisladores, repitan porque fueron reelectos, así que permanecerán tres años más calentando la butaca; mientras otro ramillete de ellos se irán a probar suerte como presidentes municipales porque el pueblo sabio les perdonó su pésimo desempeño y les otorgó el voto popular ¡Que tiempos!

LOS QUE LLEGAN

Exactamente en un mes, el día cuatro de noviembre, veremos llegar a los nuevos inquilinos del Congreso de Veracruz, quienes como si fuera la secundaria se encontraran con los grandulones de segundo y hasta de tercer año, quienes seguramente trataran de anexarlos a su clan y de aprovechar el candor de los recién ingresados para su propio beneficio; tal como sucedió hace tres años con Erik Iván Aguilar López, quien llegó abanderado por el PT pero desde el primer día volteó bandera y se anexó a diversas minibancadas, pero su coqueteo real siempre fue con la bancada panista; el Chabelote llegó con mariachis y cantando, pero salió por la puerta trasera directito a la cárcel y lloriqueando; todo por escuchar el canto de las sirenas, el pobre hombre perdió su curul, su libertad y su futuro; así que aguas nuevos diputados, mírense en ese espejo antes de cambiar de bandos o de enloquecerse con el poder.