Conmemorando los Derechos de la Infancia: El Día del Niño en México

En un gesto de solidaridad y reconocimiento a los derechos de la infancia, México celebra anualmente el Día del Niño el 30 de abril. Desde su instauración en 1924, esta fecha ha sido un recordatorio constante de la importancia de proteger y promover el bienestar de los más jóvenes en la sociedad.

El origen de esta conmemoración se remonta a los trágicos eventos de la Primera Guerra Mundial, cuando la pérdida de numerosos niños conmovió al mundo entero. En respuesta, la Liga de las Naciones adoptó la Declaración de Ginebra sobre los Derechos de los Niños en 1924, sentando las bases para una mayor protección de la infancia.

La fecha del 1 de junio fue oficialmente designada como el Día Internacional del Niño en 1925 durante la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de los Niños en Ginebra. Sin embargo, fue la memoria de los niños fallecidos en la guerra lo que llevó a la Asamblea General de la ONU a establecer el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño en 1959.

La Declaración de los Derechos del Niño aprobada ese mismo año sentó las bases para una mayor protección de los derechos infantiles. Sin embargo, no fue hasta la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989 que se estableció un marco sólido para la protección y promoción de estos derechos a nivel mundial.

En México, la fecha del 20 de noviembre originalmente designada para conmemorar el Día del Niño fue cambiada al 30 de abril debido a la conmemoración del aniversario de la Revolución Mexicana. Desde entonces, esta fecha ha sido un recordatorio constante de la importancia de proteger y respetar los derechos de todos los niños y niñas en el país.

El Día del Niño en México es más que una celebración; es un llamado a la acción para garantizar un futuro seguro y próspero para las generaciones venideras. Es un recordatorio de que cada niño y niña merece ser protegido, respetado y cuidado, independientemente de su origen o circunstancias.