En algo sí coincidieron Javier Duarte (en su último periodo), Yunes Linares y Cuitláhuac García Jiménez, y es en que el transporte público no subiera de precio; así que las tarifas se han sostenido durante los últimos seis años sin aumento; así que podrá usted imaginarse como andan los pulpos camioneros de desesperados.

En esta ocasión, el líder Carlos Demuner Pitol, a diferencia de con Duarte que era su cuate y con Yunes al que le tenía miedo; recurrió a un amparo federal para obligar al Gobierno del Estado a que les autorice aumentar el costo del pasaje en el territorio veracruzano, esto a partir de este año.

Fue el Juzgado Primero de Distrito con residencia en la ciudad de Xalapa, quién los respaldó para que puedan subir el pasaje hasta en un 40 por ciento; así que si usted es usuario del transporte público ¡agárrese! porque ahí viene ya un severo golpe a su bolsillo.

Demuner Pitol presumió que la resolución judicial beneficiará al 80 por ciento de los transportistas del estado de Veracruz; lo que no nos dijo es a que porcentaje de la población afectará.

HUBO UN DIRECTOR DE TRÁNSITO DE HIERRO
Atrás quedaron los tiempos para Carlos Fidel Demuner cuándo, durante el Gobierno de Javier Duarte fue juez y parte, al ser nombrado Director General de Tránsito y Transporte por la mano de Gerardo Buganza Salmerón.
Lo único que le faltó en aquellos tiempos de leche y miel, fue que le autorizaran su aumento de tarifas de fin de sexenio, mismo que seguramente estaba contemplado, pero que ya no le dio la fuerza a Duarte para que se llevara a cabo.

Entonces, ante la imposibilidad del aumento, Pitol actuó con mano dura y sentenciaba que, a los permisionarios del transporte Urbano y Sub Urbano que aumentaran la tarifa de pasaje les serían retiradas de circulación sus unidades; mientras que a los taxistas que alteraran las tarifas iban a ser sancionados con la cancelación de su título de concesión; así actuaba Demuner cuando cuándo era “cantinero”, ahora siendo “borracho” quiere doblegar al mismísimo Gobierno del Estado con un amparo flatulento… ¡Ver para creer!

ARMA MORTAL, SOBRE RUEDAS
Ignoramos si el Gobierno Estatal pueda revertir el amparo del líder camionero Carlos Fidel Demuner; pero si de jugar fuercitas se trata ya sería tiempo de aplicarles la ley al cien por ciento.

Se les conceda o no el aumento, es urgente meter en orden a estos prestadores de servicios, pues actúan con enorme irresponsabilidad, dejándoles el volante a choferes sin la preparación necesaria; incluso no es raro que cuando faltan los conductores le entren al quite los mecánicos, sus chalanes o cualquier otro empleado que sepa medio manejar un coche o una bicicleta; así fue como murieron hace algunos años varios ancianos en la Colonia Seis de Enero de Xalapa, cuando a falta del chofer que los llevaría a un evento, le dejaron el volante a un chamaco que apuradamente sabía mover el autobús, ayudante de un mecánico.

Aunque la cifra de muertos por atropellamiento de unidades del trasporte público se ha manejado con opacidad, basta revisar los periódicos para contabilizar que el índice de muertes que ocasionan es muy alta.

OJO POR OJO AL PULPO
Ojala que el nuevo Director de Tránsito tome el ejemplo que dio Demuner Pitol cuando ocupó ese mismo cargo, y actué con mano dura contra los transportistas; empezando como ya lo dijimos con el comportamiento de los choferes, no sería mala idea aplicarles un antidoping mientras conducen, porque no es extraño que denoten el uso de alcohol o de algo más fuerte mientras conducen; aunado a eso la gran mayoría utilizan música pasada de volumen, bastante “popular” por cierto; lo que impide que escuchen sonidos que podrían salvar la integridad de sus pasajeros o de los vehículos y peatones que circulan a su alrededor. Debe prohibírseles también el uso de teléfonos móviles, que utilizan mientras manejan.

Aunque el reglamento obliga a que las unidades estén equipadas con cinturón de seguridad no es así, es más, algunas apuradamente tienen asientos utilizables.

La vida útil de un camión del transporte público es de quince años, sin embargo en Veracruz circulan unidades que ya deberían de estar en los museos y no rodando por nuestras calles. El caso de los taxis es peor, la vida útil es de diez años; es evidente que la gran mayoría de coches son más viejos. Ya de la limpieza de las unidades en general ni hablamos, sería mucho pedir que estuvieran aseadas.

Así que cómo usuario solicitaría que se aplicara el “ojo por ojo”; y si se aumenta el pasaje que sean corregidas todas las irregularidades que presentan sus camiones, para contar con un transporte publico decente; y si no lo aumentan… ¡También! Para que se les quite lo revoltosos.