Redacción. – La convocatoria del concurso “Historias de Niñas Extraordinarias”, organizado por el Ayuntamiento de Xalapa, establecía con claridad que los nombres de las ganadoras serían públicos. En su texto se leía:

“Atendiendo lo dispuesto en los artículos 70, fracción XXVI, de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, y 15, fracción XXVI, de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, se harán públicos los nombres de las ganadoras del concurso, el video o fotos de los eventos relacionados con el concurso, así como de la ceremonia de premiación y de los premios que se les otorguen. Asimismo, en el formato de autorización, se deberá manifestar expresamente el consentimiento que otorgan para la difusión de sus datos personales.”

En pocas palabras: dar consentimiento para la difusión de sus nombres era un requisito obligatorio para participar.

Sin embargo, en el comunicado oficial emitido por el Ayuntamiento tras la premiación, las niñas ganadoras fueron completamente omitidas. Sus nombres nunca se mencionaron, pese a que en el mismo boletín sí se enlistaron con detalle los nombres de todos los funcionarios presentes, incluyendo a aquellos “de medio pelo” o meramente protocolarios.

La directora del Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa (IMMX), Mary Miyoshi Pedroza García, se lució en su discurso con frases como:

“Ninguna niña debe ser callada, invisibilizada ni violentada, pues su creatividad, energía y visión del mundo construyen un futuro y una sociedad más justa.”

Paradójicamente, el propio evento que encabezó terminó callando e invisibilizando a las verdaderas protagonistas: las niñas ganadoras. Su creatividad, esa que tanto se exaltó en el discurso oficial, fue relegada al silencio institucional.

Una premiación que debió celebrar el talento infantil terminó convirtiéndose en un acto de incongruencia. En el Ayuntamiento de Xalapa, al parecer, el reconocimiento a las “niñas extraordinarias” quedó en el discurso… pero no en la práctica.