Estrategias probadas para Prevenir la Violencia Poselectoral: Lecciones y Buenas Prácticas
OPINIÓN | Revista el Tlacuilo: ¿Paz en riesgo? / Revista el Tlacuilo
Prevenir la violencia poselectoral en Veracruz no depende de una sola institución. Requiere la acción coordinada de actores políticos responsables.

Revista el Tlacuilo
OPINIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-06-04

Redacción. - Las tensiones y ánimos caldeados generados por el proceso electoral el Veracruz no han acabado, tampoco los riesgos de sucesos violentos.

Veracruz, es una de las entidades más pobladas y políticamente activas de México, ha enfrentado en diversos momentos tensiones y conflictos en procesos electorales. Sin embargo, también ha generado aprendizajes valiosos en la prevención de la violencia poselectoral a través de mecanismos institucionales, comunitarios y de comunicación.

1. Pactos de Civilidad: Acuerdos que Previenen la Confrontación
En varios procesos locales y municipales, los pactos de civilidad firmados entre candidatos, partidos políticos, autoridades electorales y representantes ciudadanos han sido un instrumento clave. Estos pactos buscan comprometer a los actores políticos a:

Respetar los resultados electorales,

Canalizar inconformidades por la vía legal,

Evitar discursos de odio o llamados a la confrontación.

2. Presencia oportuna de autoridades electorales y de seguridad
La experiencia veracruzana muestra que la coordinación entre el OPLE, el Tribunal Electoral y las fuerzas de seguridad estatales y federales es crucial. En municipios con antecedentes de conflicto poselectoral, se ha trabajado en:

Monitoreo de puntos críticos,

Presencia preventiva de seguridad pública sin intromisión en el proceso electoral,

Respuesta rápida ante posibles bloqueos, toma de instalaciones o agresiones.

Es importante destacar que estas acciones deben evitar criminalizar la protesta y enfocarse en la contención pacífica y legal.

3. Vinculación comunitaria y observación ciudadana
Organizaciones civiles, universidades y colectivos ciudadanos han contribuido de forma significativa a desactivar tensiones. Iniciativas como:

Observación electoral local,

Promoción de la participación pacífica,

Jornadas de educación cívica en comunidades rurales y urbanas,

han ayudado a reducir rumores, desinformación y sentimientos de exclusión que pueden detonar conflictos.

4. Uso estratégico de los medios y redes sociales
En varios procesos, los institutos electorales y las autoridades locales han apostado por comunicación transparente y proactiva. Las campañas informativas que explican:

Cómo se cuentan los votos,

Qué hacer ante un presunto fraude,

Cuáles son los tiempos legales para impugnar,

contribuyen a generar confianza, especialmente en contextos polarizados.

También se ha trabajado con medios locales para evitar la difusión de noticias falsas o incendiarias, un factor clave para desactivar posibles brotes de violencia.

5. Justicia electoral accesible y pronta
El Tribunal Electoral de Veracruz ha fortalecido en años recientes su capacidad para resolver controversias de forma expedita. Esto ha permitido que los partidos y candidatos canalicen sus inconformidades por la vía legal, evitando que se trasladen a las calles.

Conclusión: Paz postelectoral, tarea de todos
Prevenir la violencia poselectoral en Veracruz no depende de una sola institución. Requiere la acción coordinada de actores políticos responsables, instituciones confiables, medios éticos y ciudadanía informada. Las experiencias exitosas del estado demuestran que sí es posible cerrar ciclos electorales con estabilidad y respeto democrático.