CON TRADICIÓN, MEMORIA Y CORAZÓN FORJAN UN PENACHO PARA EL MÉXICO MODERNO
Estado de Veracruz : PENACHO / Gamaliel Velazco
Moldearon las más de 600 laminillas en forma de torres, lunas y discos que conforman El penacho del México moderno
Gamaliel Velazco
/ 2025-02-17
CON TRADICIÓN, MEMORIA Y CORAZÓN FORJAN UN PENACHO PARA EL MÉXICO MODERNO
Las manos del artesano en metalistería Gerardo Hermosillo Flores, originario de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, moldearon las más de 600 laminillas en forma de torres, lunas y discos que conforman El penacho del México moderno.
Una pieza contemporánea de este tipo se exhibe en el Museo Nacional de Antropología; vigente hasta el domingo 16 de febrero de 2025
Resalta la técnica de picado tradicional implementada por el artesano chiapaneco Gerardo Hermosillo Flores
Elaborado por habitantes del México prehispánico, el penacho de Moctezuma que, de acuerdo con las crónicas históricas, fue obsequiado a Hernán Cortés, en 1519, ha sido objeto de estudio y admiración. El anhelo por su regreso a la tierra que lo forjó, inspiró a la diseñadora textil Valeria Corona a reinterpretar este ornamento, el cual se exhibe en el Museo de Etnología de Viena, Austria.
Quinientos años después de la confección del atavío mexica, las manos del artesano en metalistería Gerardo Hermosillo Flores, originario de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, moldearon las más de 600 laminillas en forma de torres, lunas y discos que conforman El penacho del México moderno, pieza artística con la que, de manera simbólica, el tocado de arte plumario retorna a su patria, en exposición temporal.
Organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la exhibición permanecerá hasta el domingo 16 de febrero de 2025, en la media luna del Museo Nacional de Antropología (MNA), de 9:00 a 18:00 horas, con entrada libre.
Forjado con tradición, memoria y corazón
La obra, de hechura artesanal, fue creada con materiales de uso cotidiano, como lámina negra, luces led y acrílico, cortados con láser para obtener mayor precisión en las dimensiones y la silueta de las plumas.
La base de la estructura tiene seis milímetros de espesor, abarca 130 por 220 centímetros, y se divide en tres partes sobre las que se sujetan los ornamentos metálicos, las plumas sintéticas, con grosor de dos milímetros, así como las cuatro tiras de nodos de luz led que la iluminan.
Destaca la técnica de picado tradicional aplicada por el orfebre Gerardo Hermosillo, quien aprendió el oficio desde los siete años de edad, por parte de su padre y este de su suegro, con lo que han logrado mantener vivo un conocimiento ancestral, traído de Europa a América, en el siglo XVI.
Cada figurilla metálica fue hecha de manera individual, con ayuda de marros, cinceles, limas y grabadores. El característico decorado logrado con esta técnica implica dar más de mil golpes a la lámina, por lo que es un proceso arduo que requiere gran habilidad.
“Es una alegría ver mi trabajo en uno de los grandes museos del país”, externó el artesano chiapaneco al referir que, aunque cuenta con más de 30 diplomas a nivel nacional, que avalan la calidad de sus creaciones, no había tenido la oportunidad de participar en un proyecto de tal envergadura.
La creatividad es otro elemento esencial en este arte, desafortunadamente, anotó, el interés por el oficio se pierde poco a poco, pues las nuevas generaciones no están interesadas en aprenderlo.
Por su parte, la diseñadora textil Valeria Corona explicó que la manufactura del penacho moderno se extendió por dos meses y medio, y dejó gratas experiencias a las más de 10 personas involucradas en su diseño, fabricación, ensamblaje y embalaje, cuyo resultado final puede admirarse en el MNA.
La obra es también una pregunta abierta sobre qué significa ser mexicana o mexicano, a la que cada persona deberá dar su propia interpretación, finaliza la autora.