LA ANTROPOLOGÍA MEXICANA SUFRIÓ LA PARTIDA DE GRANDES PERSONALIDADES EN 2024

Lamentaron el sensible fallecimiento de importantes figuras de la cultura y la academia, quienes dedicaron su vida a la investigación, defensa, divulgación y la conservación del patrimonio cultural material e inmaterial de nuestro país.


La defensora cultural Socorro Villarreal Escárrega, el antropólogo Adalberto Ríos Szalay y el arqueólogo Rubén Maldonado Cárdenas, entre otros

El INAH reconoció su compromiso y dedicaron al servicio de México, desde diferentes ámbitos


Durante 2024, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lamentaron el sensible fallecimiento de importantes figuras de la cultura y la academia, quienes dedicaron su vida a la investigación, defensa, divulgación y la conservación del patrimonio cultural material e inmaterial de nuestro país.

Al inicio del año, se resintió la partida de la historiadora de la Dirección de Estudios Históricos, Enriqueta Tuñón Pablos (1945-2024), cuya labor se distinguió por el estudio de los movimientos políticos de las mujeres; así como la del lingüista y filósofo Raymundo Mier Garza (1953-2024), quien mostró un profundo compromiso con la formación de profesionistas en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y en la Universidad Autónoma Metropolitana.

Otra pérdida irreparable fue la de la defensora de los derechos culturales, María del Perpetuo Socorro Villarreal Escárcega (1957-2024), quien se desempeñó como coordinadora nacional de Asuntos Jurídicos del INAH, desde 1998 hasta su deceso. Durante su gestión contribuyó a la repatriación de miles de objetos culturales en el extranjero, mediante la campaña “Mi patrimonio no se vende”.

La partida del fotógrafo y antropólogo visual Adalberto Ríos Szalay (1943-2024), considerado uno de los documentalistas más importantes del patrimonio biocultural de México y cuya obra fue declarada Memoria del Mundo-México, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, mereció un homenaje póstumo durante las actividades conmemorativas del 50 aniversario del Centro INAH Morelos.

Otra ausencia que tuvo el INAH fue la de la arqueóloga Blanca Eréndira Contreras Barragán (1955-2024), quien se especializó en el estudio de la lítica. Desde 2007 fungió como directora del Proyecto Arqueológico La Pintada, en Sonora, en el cual desarrolló diversas investigaciones arqueológicas e históricas, y registró las manifestaciones rupestres del lugar, capturadas en más de 2,000 fotografías.

Una pérdida más fue la del arqueólogo Rubén Maldonado Cárdenas (1935-2024), quien dirigió el Centro INAH Yucatán de 1986 a 1989, consagró su vida a las artes plásticas y a la arqueología, así como a la docencia en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán.

También, se registraron las partidas del profesor investigador del INAH, Xabier Lízarraga Cruchaga (1948-2024), antropólogo físico especializado en antropología del comportamiento y activista de la comunidad LGBTTTIQ+; y del historiador David A. Branding (1936-2024), cuyos estudios se centraron en las épocas virreinal e independiente.

Igualmente, el instituto lamentó el fallecimiento del divulgador académico, docente y subdirector, por más de dos décadas, de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, José Guadalupe Martínez García (1956-2024).

Así como del arqueólogo y docente de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana, Sergio Rafael Vásquez Zárate (1963-2024), cuya trayectoria estuvo al servicio de la investigación, conservación y divulgación del patrimonio cultural del Golfo de Veracruz.

Hacia los últimos días de este año, también se tuvo la ausencia del profesor-investigador de la Dirección de Etnología y Antropología Social, Jesús Antonio Machuca Ramírez (1950-2024), quien centró sus estudios en el patrimonio cultural, la diversidad cultural y la antropología jurídica.

A estos sensibles decesos se sumó el del representante de la comunidad de músicos tradicionales, Andrés Vega Delfín (1931-2024), quien recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en 2012, por su contribución en la preservación del son jarocho; y el del comandante de la Compañía del Santuario de Xcacal Guardia, Abundio Yama Chiquil (1907-2024), quien trabajó en conservar las prácticas jurídicas y culturales de las comunidades indígenas de la península de Yucatán, y en la defensa del legado de los mayas.