Redacción. - Ya lo veíamos venir, hoy la señora Grecia Quiroz está siendo zopiloteada por personajes políticos que pretenden aprovecharse de su imagen, manipularla y si pueden rebasarla: es el caso del diputado federal de su propio Movimiento, Carlos Alejandro Bautista Tafolla.

Ahora, con el cinismo que caracteriza al Partido Acción Nacional pretenden colgarse de la figura de la alcaldesa para buscar la gubernatura; y así aprovecharse de un trabajo previo por parte de este movimiento que ha costado _literalmente_ “sangre, sudor y lágrimas”.

La enviada a dar el mensaje fue la senadora panista Verónica Rodríguez Hernández, quien abrió la posibilidad de que la presidenta municipal de Uruapan, Grecia Quiroz, sea considerada como aspirante del Partido Acción Nacional (PAN) a la gubernatura de Michoacán en 2027.

La legisladora aseguró que, si la alcaldesa de Uruapan decide competir, tiene las puertas abiertas del Partido Acción Nacional (PAN).

“En Acción Nacional respaldamos a Quiroz si quiere ser candidata por nuestro partido o por cualquier partido, porque hoy, las mujeres más que nunca debemos de estar tomando decisiones”, discursó la senadora.

Pero ¿por qué decimos que la propuesta es cínica? Pues porque Carlos Manzo nunca tuvo coincidencias políticas con ese partido, por el contrario, tuvo diferencias insalvables.

En vida, Carlos Manzo confrontó de manera directa a Felipe Calderón y al propio PAN.

Manzo no midió sus palabras para exhibirlos, por el contrario, convirtió sus intervenciones en tribuna en una especie de memoria incómoda para quienes aún defienden la “guerra contra el narco” iniciada en 2006. Señaló una y otra vez que la tragedia moderna de Michoacán empezó aquel diciembre en que Calderón decidió militarizar al país, no por una estrategia racional de seguridad, sino —decía él— por un arrebato político que terminó entregando regiones enteras al control de los cárteles.

Manzo acusó al expresidente de complicidad al favorecer, voluntaria o involuntariamente, a grupos criminales; y al PAN, de sostener con discursos heroicos una guerra que sólo dejó muertos, desplazados y territorios fracturados.

Tras su asesinato, volvieron a circular esos videos donde advertía, casi a contraluz, que México seguía pagando los costos de decisiones tomadas desde la soberbia. Hoy, sus críticas suenan menos como acusaciones políticas y más como el expediente moral de un país que todavía no termina de entender quién encendió el fuego que seguimos apagando. Pero ahora, quieren que su viuda se pase a ese bando… ¡Que locura!