Mi humilde opinión | El Tlacuilo.- Desde tribuna surgió el reclamo por parte de una diputada: sesionar de noche, eran alrededor de las 23 horas; el señalamiento tuvo respuesta: “los diputados trabajamos 24/7, para eso nos paga el pueblo” … ¡Zas!

Durante el día se habían llevado a cabo en el Congreso dos comparecencias: una de 10 a 12 del día y otra de 5 a 7, en donde, por cierto, la gran mayoría de los 50 diputados no había asistido. Tampoco a la sesión nocturna asistieron todos; faltó el panista Enrique Cambranis Torres, Héctor Yunes Landa (PRI) y su sobrino Fernando Yunes Márquez (PAN); todos ellos estaban “atendiendo labores propias de su encargo”, argumentaron ante la Mesa Directiva.

El tema central era urgente y coyuntural: reestructurar el marco legal de la Fiscalía del Estado. Así lo entendieron los 42 diputados que votaron a favor.

Quienes votaron en contra, algunos con intereses muy identificados, fueron: Indira Rosales San Román y Luz Alicia Rodríguez Delfín, ambas del PAN; dos de las tres integrantes del grupo mixto “Veracruz Nos Une (VNU)”: Monserrat Ortega Ruíz y Ana Rosa Salazar Valdez.

El quinto voto en contra fue el más llamativo: el de la diputada de Movimiento Ciudadano, María Elena Molina Córdoba; pues su compañero de partido, Adrián Sigfrido Ávila Estrada, se había pronunciado a favor y había comprometido el voto naranja. Pero ni modo, para la diputada pudo más la espina clavada de la derrota electoral de Alto Lucero (donde perdió la Alcaldía frente a Morena) que seguir la línea de su partido (que no es bancada porque solamente son dos integrantes). Aquí el único que quedó mal fue su compañero de fórmula.

El discurso más incongruente fue el de Indira Rosales, descalificando la iniciativa porque consideró que, con el nuevo esquema, el Fiscal o Fiscala podría estar en riesgo de convertirse en un empleado del gobernante en turno; eso la tiene muy preocupada, y así lo expresó.

Les contamos el chiste: Indira nunca ha sido autónoma, tiene dos jefes políticos; uno de ellos es el exgobernador innombrable, quien sometió al exfiscal hasta la humillación y complicidad. Cuentan los afectados que el entonces fiscal Jorge Winckler fue el encargado de encarcelar, por orden directa de su jefe, a un gran número de personas, y de intimidar a empresarios y adversarios políticos por instrucciones del gobernador para quebrarlos.

Mientras eso sucedía, la exsenadora y ahora diputada local trabajaba a cargo de Sedesol para ese mismo jefe del minigobierno. Queda claro que no es la estructura legal la que somete a un fiscal ante el gobernante, es la manera de conducirse por parte de cada mandatario.

¡La Fiscalía de Veracruz nunca ha estado limpia!

Pero bueno, esa solamente es mi humilde opinión.