TILLY NORWOOD: LA ACTRIZ QUE EXISTE, PERO NO EXISTE, ENCABEZA UNA NUEVA ERA DEL ENTRETENIMIENTO
INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo: / Revista el Tlacuilo
Corto metrajes, sus redes sociales, pasarelas y entrevistas la proyectan
Revista el Tlacuilo
INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-11-17
Redacción.- En una de sus temporadas recientes, la serie de TV Black Mirror, expone la realización de un Reality Show creado con imágenes de IA, basada en personas reales; pues bien, la realidad va más allá de la ficción: La industria audiovisual atraviesa uno de sus debates más profundos tras la aparición de Tilly Norwood, una supuesta actriz británica que, durante semanas, acaparó titulares, entrevistas simuladas y presencia en redes sociales. Su imagen pulida, su estilo visual y su aparente trayectoria emergente daban la impresión de una nueva estrella en ascenso. Sin embargo, nada de eso era real: Norwood no existe, es una creación generada completamente por inteligencia artificial.
El proyecto fue desarrollado por Particle6, productora fundada por la creadora neerlandesa Eline Van der Velden, quienes a través de su división de IA dieron vida a una intérprete ficticia pero diseñada para comportarse como una actriz profesional. Tilly contó incluso con un portafolio digital, videos en los que “actuaba” y un sitio web en el que se presentaba como una artista londinense lista para protagonizar proyectos de comedia y drama. Su presentación oficial incluyó un sketch filmado con herramientas de IA, lo que añadió verosimilitud a su supuesto debut.
La revelación de su naturaleza artificial desató una ola de críticas entre actores, directores y sindicatos. El más contundente fue SAG-AFTRA, que acusó a la productora de sentar un peligroso precedente: la posibilidad de reemplazar a intérpretes humanos con figuras digitales creadas a partir de una mezcla de datos, imágenes y patrones de actuación entrenados sin autorización. Para muchos profesionales, este tipo de personajes no solo amenaza empleos, sino que plantea serias interrogantes sobre derechos de imagen, ética laboral y explotación del trabajo creativo sin retribución.
Los defensores del proyecto argumentan que Tilly Norwood es apenas el comienzo de una revolución en la producción de contenido, en la que la inteligencia artificial permitirá crear actores digitales que no envejecen, no requieren contratos millonarios y pueden adaptarse a cualquier papel. Desde su perspectiva, no se trata de reemplazar a los artistas, sino de ampliar las herramientas narrativas y explorar nuevas fronteras audiovisuales.
Aun así, el debate se mantiene encendido. ¿Debe una figura generada por IA presentarse como “actriz”? ¿Qué límites deben establecerse para proteger a los profesionales del cine ante la creación de dobles digitales? ¿Quién es responsable legal de una interpretación cuando el intérprete es un algoritmo? El caso Tilly Norwood abrió una caja de preguntas que Hollywood todavía no sabe cómo responder.
Mientras tanto, la imagen de esta “actriz” que nunca respiró ya marcó un antes y un después: un recordatorio de que la inteligencia artificial no solo transforma la tecnología, sino también la cultura, el trabajo y la percepción misma de lo que consideramos humano.