Redacción.– El hombre que acosó a la presidenta Claudia Sheinbaum en el Centro Histórico de la Ciudad de México fue detenido en las inmediaciones del Palacio de Minería, a unas seis cuadras del lugar donde cometió la repudiable acción.

Autoridades capitalinas confirmaron que el sujeto fue detenido alrededor de las 9 de la noche y trasladado a una agencia del Ministerio Público. Fue identificado como Uriel Rivera Martínez y remitido a la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales de la Ciudad de México.

Pese al incidente, la presidenta Sheinbaum continuó con su agenda prevista, aunque su equipo reforzó las medidas de seguridad a su alrededor. En ese momento se dirigía caminando hacia las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública, ubicadas a unas cuadras de Palacio Nacional.

Tras ser detenido, Uriel reconoció haber cometido el acto, afirmó que estaba bajo los efectos de sustancias y que “no sabía que era la presidenta”.

En redes sociales lo identifican con el apodo de “El Parches”, y supuestamente se desempeña como “mandadero” en ópticas ubicadas en las calles de Madero y Tacuba.

La detención del agresor fue aplaudida en redes sociales, donde se exige que se le imponga un castigo ejemplar.

En un comunicado conjunto, los gobiernos federal y de la Ciudad de México reiteraron su firme compromiso con la protección de las mujeres y con el respeto absoluto a la integridad física de las personas. Enfatizaron que “ningún tipo de agresión será tolerado” y que se actuará con rigor ante estos hechos.

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, publicó: “Se procederá como lo marca la ley. Hoy refrendamos nuestro compromiso con la cero tolerancia a la violencia hacia las mujeres. En esta ciudad, el acoso no tiene cabida. Si nos tocan a una, nos tocan a todas”.

Según el Código Penal de la Ciudad de México, el hostigamiento sexual se sanciona con uno a tres años de prisión, mientras que el abuso sexual —figura en la que podría encuadrarse la acción del agresor— se castiga con una pena de seis a diez años de cárcel.