Redacción.– Este domingo fue el colmo de lo que ocurre en la capital veracruzana ante la falta de mantenimiento de su infraestructura y servicios. En una zona de la ciudad llovió de manera normal: ni fue un aguacero, ni una tromba, ni nada parecido; apenas una lluvia normal. Aun así, las calles se inundaron, dejando en evidencia que las alcantarillas permanecen tapadas tras años sin desazolve.

En la colonia UNE-PRI, la acumulación de agua provocó el colapso de una barda y daños estructurales en otras viviendas; además, en cuestión de minutos se inundaron calles como la Dr. Jesús López —ubicada entre Plaza Museo y el mercado Rendón, en la colonia Obrero Campesina—, donde tres vehículos resultaron dañados por el agua que les llegó casi hasta las ventanillas.

La basura es otro factor que contribuye a sellar las coladeras. Pero, aunque las calles están sucias, es responsabilidad de las autoridades mantenerlas limpias, más aún cuando la ciudad ya ha sufrido varias inundaciones recientes.

Los habitantes de este municipio nos encontramos atrapados entre un alcalde que ha dejado de cumplir con sus obligaciones porque “ya se va”, y una alcaldesa electa que aún no puede asumir el control de la infraestructura municipal. Es el clásico cambio de gobierno al estilo “Lamento Borincano”: el que se va “sale loco de contento con su cargamento” y la que llega “piensa remediar la situación”.

Solo hay una explicación posible para que los drenajes de la ciudad sigan sin limpiarse, pese a su evidente colapso: “que ya no haya dinero en el municipio para cumplir con esa responsabilidad”. Sería grave y lamentable, porque mientras el “Alcalde Avatar” considera haber concluido su trabajo y solo espera ser colocado donde lo acomode su patrón, los ciudadanos del Xalapa real aún debemos soportar más de dos largos meses de esta administración, y padecer su negligencia.

Por cierto, don Islas es “candil de la calle y oscuridad de su casa”: Porque mientras anda de “quedabien” y presume colectas de ayuda para el norte del estado, los damnificados de su propia ciudad no han recibido ni un solo apoyo del Ayuntamiento.