HOY PODRÍA SER UN BUEN DÍA PARA VOLVER A VER, O VER POR PRIMERA VEZ “LOS CAIFANES”, JOYA DEL CINE MEXICANO.
INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo: "Préstame tu ardor": La Paloma / Revista el Tlacuilo
Imperdible la banda sonora y sus frases

Revista el Tlacuilo
INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-10-05

Redacción: Era el momento en que el cine mexicano estaba dominado por películas cómicas, de charros y de figuras de la Lucha Libre; entre ese ambiente, en que el buen cine había quedado casi olvidado, emergen “Los Caifanes”.

Aunque se estrenó un año antes del movimiento estudiantil de 1968, la película ya anticipa el espíritu crítico y la rebeldía cultural que estallaría en esa década.

El recorrido nocturno de los personajes refleja una alegoría de clases, moral y libertad sexual, temas que el Estado mexicano intentaba mantener bajo control.

Los Caifanes no solo es una joya cinematográfica mexicana: es también un documento sociocultural y político profundamente ligado a la efervescencia intelectual de su tiempo.

La película surge cerrando la década de los sesenta, una época marcada por la contradicción: el discurso del “Milagro Mexicano” prometía progreso, industrialización y modernidad, mientras amplios sectores sociales quedaban marginados.

La Ciudad de México crecía aceleradamente, con nuevos barrios populares, migración interna y la formación de una juventud urbana que no se veía representada ni por el cine de charros, ni por las comedias rancheras, ni por el melodrama de salón.

En ese entorno se impone una nueva sensibilidad social e intelectual que mira hacia el mundo urbano, el lenguaje popular y las tensiones de clase. Los Caifanes captura esa transición: un país que deja atrás la inocencia rural para convertirse en una metrópolis desigual viva y decadente al mismo tiempo.

Con una extraordinaria banda sonora, esta película es la puerta que se abre al nuevo cine mexicanos, en el que han filmado grandes películas que han rescatado al cine de nuestro país.

Julissa como Paloma, Enrique Álvarez Félix como Jaime de Landa, Óscar Chávez como “Estilos”, el veracruzano Ernesto Gómez Cruz como “Azteca” y Eduardo López Rojas como “Mazacote” se quedaron en la memoria popular de manera permanente.

El guion fue coescrito por Carlos Fuentes, una de las figuras centrales del llamado Boom latinoamericano y del pensamiento crítico mexicano. Los Caifanes marcó una ruptura estética y política:

Abrió el camino a un cine urbano, existencial y de crítica social, antecediendo películas como Canoa (1976) o Los olvidados en su influencia. Introdujo en el cine mexicano un lenguaje híbrido: poético, callejero y simbólico. Consolidó el diálogo entre literatura y cine en México, con intelectuales como Fuentes, Monsiváis o Revueltas involucrados directamente en la producción cultural cinematográfica.

En años recientes la Cineteca Nacional y otros organismos han impulsado la restauración digital de la película para preservar su legado, pero existen copias bastante aceptables en YouTube.