CARTILLA DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES: ACIERTO DE SHEINBAUM RECURRIR A LOS MATERIASLES IMPRESOS
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En Veracruz se distribuirán un millón de Cartilla de los Derechos de las Mujeres

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INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-09-29

Redacción Revista el Tlacuilo.- En un mundo cada vez más volcado a lo digital, resulta pertinente recordar que no todas las personas cuentan con acceso a internet ni con dispositivos electrónicos para mantenerse informadas. Limitar la difusión de información únicamente a redes sociales y plataformas digitales puede convertirse, en los hechos, en una forma de discriminación hacia los sectores de la población que viven en comunidades rurales, en condiciones de marginación o que carecen de conectividad estable.

Por ello, la decisión del Gobierno de México de no dejar materiales solamente en lo digital, si no imprimir y distribuir en Veracruz cerca de un millón de ejemplares de la Cartilla de los Derechos de las Mujeres representa un acierto no sólo administrativo, sino profundamente social. Este material garantiza que el mensaje llegue directamente a cada hogar, escuela, centro de salud y comunidad, sin importar si se cuenta con internet o no. Se trata de un acto de inclusión que fortalece la equidad de género desde un soporte tangible, accesible y duradero.

El valor de los materiales impresos radica en su capacidad de permanecer. Mientras un mensaje en redes sociales puede perderse en cuestión de minutos en el flujo de publicaciones, un folleto o cartilla puede ser consultado una y otra vez, compartido entre vecinas y familiares, guardado en bibliotecas comunitarias o utilizado en talleres de formación. Además, en territorios donde las mujeres enfrentan obstáculos históricos para ejercer sus derechos, disponer de un documento físico, con información clara y respaldada por el Estado, puede marcar la diferencia entre la desinformación y la defensa activa de su dignidad.

En este contexto, la impresión de la Cartilla de los Derechos de las Mujeres no debe verse como un gesto menor, sino como una apuesta política y social por la inclusión. Difundir los derechos en papel es reconocer que el acceso a la información debe ser universal, sin distinción de clase, ubicación o recursos tecnológicos. Es una manera de reafirmar que los derechos de las mujeres no pueden depender de la cobertura de red, sino que deben llegar, impresos y palpables, hasta el último rincón del país.
¡Felicitaciones! El uso del material impreso es un acierto que acorta la marginación de muchos grupos sociales, que esperemos se extienda a otros programas sociales, difusión de acciones y de derechos.