
Revista el Tlacuilo
INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-09-18
Redacción. - Desde Palacio Nacional nos dan a los veracruzanos la esperanza de volver a tener rutas de trenes de pasajeros, pues la Presidenta Sheinbaum informó que sobre la vía de carga México-Veracruz, se trabaja en la posibilidad de que haya una corrida de tren de pasajeros.
Cabe apuntar que la ruta es bellísima y que existe toda una historia en nuestro estado con los trenes de pasajeros, que además de llevarnos en un viaje de extraordinaria belleza, reactivarían la economía de la gente más sencilla en donde hiciera escalas; las terminales existen, aunque en este momento semiabandonadas; sin embargo hay estaciones que se han negado a morir, como la de Soledad de Doblado, por ejemplo, en donde se ha mantenido la venta de antojitos en la antigua terminal, que presumen como las mejores garnachas del mundo; por eso y más el proyecto emociona e ilusiona.
Echemos juntos un vistazo a la nostalgia para quienes lo vivieron, e información para las nuevas generaciones que no han podido disfrutar de viajar en trenes de pasajeros:
En 1837, bajo el presidente Anastasio Bustamante, se otorgó la primera concesión a Francisco de Arrillaga para hacer un ferrocarril entre Veracruz y la Ciudad de México.
Sin embargo, los primeros trabajos concretos no se realizaron hasta más tarde. Uno de los primeros tramos construidos fue el de Puerto de Veracruz hasta El Molino (cerca del río San Juan), inaugurado el 16 de septiembre de 1850. Fue de unos 11.5 km.
Durante varias décadas en el siglo XIX hubo retrasos, reconfiguraciones de concesionarios y problemas económicos.
En 1864 se formó en Londres una compañía británica con inversionistas para asumir el proyecto del Ferrocarril Mexicano (que más tarde pasaría a llamarse Ferrocarril Mexicano Imperial).
El tramo Apizaco-Puebla fue inaugurado el 16 de septiembre de 1869 por Benito Juárez, como ramal importante para conectar hacia Veracruz.
Finalmente, el ferrocarril México-Veracruz completo se inauguró el 1 de enero de 1873, durante la presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada.
El tren México-Veracruz se convirtió en una vía fundamental tanto para carga como para pasajeros. En su época de mayor actividad, los trayectos cubrían ferrocarriles de larga distancia que conectaban la Ciudad de México con el puerto de Veracruz.
El nombre popular del servicio era “El Jarocho” para el tren que iba de Buenavista (Ciudad de México) hacia Veracruz. Este servicio funcionó muchos años, hasta finales del siglo XX.
En la ruta existieron hasta piezas de arte como el “Puente de Fierro”, construido en 1870 para el paso del Ferrocarril México - Veracruz, por Gustavo Eiffel y tuvo gran relevancia para nuestro estado; Gustave Eiffel elaboró todas las piezas en su fábrica de Bélgica y tardó nueve años en trasladarlas a México en barco. Al desaparecer la ruta, esta obra fue trasladada a Ecatepec, Estado de México en donde sufre los estragos del abandono. Pero existen otros puentes en rutas activas de trenes de carga de Veracruz, que podemos considerar también obras de arte.
Además de la ruta México-Veracruz, nuestro estado tuvo otras líneas menores de pasajeros —por ejemplo, la Jalapa Railroad & Power Co. entre Jalapa, Xico, Teocelo, Coatepec. Este tren, conocido coloquialmente como “El Piojito”, operó entre 1898 y 1945…. Como diría el cantante: “¡Si ese tiempo pudiera volver!”