JULIO SE VA: ENTRE CUMBRES, CALOR Y UN MUNDO EN MOVIMIENTO

Del BRICS a los ríos desbordados, el mes que cierra fue escenario de eventos que redefinen agendas globales y locales

Julio de 2025 cierra el telón con el pulso del mundo marcando aceleración. Mientras en Brasil, los líderes del bloque BRICS se daban cita para renovar sus compromisos con el Sur global y la multipolaridad, en Europa y América las temperaturas alcanzaban niveles históricos, convirtiendo al mes en uno de los más calientes jamás registrados.

La Cumbre BRICS celebrada en Río de Janeiro los días 6 y 7 marcó un momento decisivo: Indonesia se unió formalmente al grupo, y el eje del discurso giró hacia la gobernanza tecnológica, el desarrollo infraestructural compartido y una reforma en el orden financiero internacional. Brasil, con la presidencia rotativa, planteó una agenda ambiciosa que busca reducir la dependencia de organismos multilaterales tradicionales.

Mientras tanto, en México, los efectos de la tormenta tropical Barry pusieron a prueba la capacidad de respuesta en varias entidades. En estados como Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas, las lluvias provocaron inundaciones severas, cierre de vías y evacuaciones preventivas. Las autoridades activaron protocolos de emergencia y, en muchos municipios, la solidaridad ciudadana volvió a ser el eje de las tareas de limpieza y asistencia.

También en el plano internacional, las Naciones Unidas convocaron en Nueva York a una conferencia de paz para la franja de Gaza, a finales de mes. Aunque sin acuerdos vinculantes, el encuentro logró reunir voces antes distanciadas y sentó las bases para futuros diálogos. Diplomáticos de diversas regiones reconocieron el gesto como un pequeño pero importante paso hacia la distensión.

En lo económico, el informe de julio del Fondo Monetario Internacional ajustó a la baja las expectativas de crecimiento mundial para este año, aunque destacó avances puntuales en países con economías emergentes. El comportamiento errático de los mercados –con la libra esterlina registrando su peor caída en dos años y con Microsoft alcanzando una capitalización récord– evidenció la volatilidad de la escena financiera.

En Reino Unido, más de cien mil personas se congregaron en la marcha Trans+ Pride de Londres, considerada ya como la más grande de su tipo en la historia. En un ambiente de música, discurso político y resistencia cultural, la comunidad alzó la voz frente a las políticas regresivas del actual gobierno británico, consolidando a julio como un mes también de afirmación y derechos.

Y mientras las olas de calor se intensificaban en el sur de Europa, dejando registros de temperaturas récord, en la península de Kamchatka, Rusia, un sismo de 8.8 grados generó alarma por un posible tsunami. Afortunadamente, los sistemas de alerta temprana funcionaron de forma eficaz, y las evacuaciones masivas evitaron una tragedia mayor. El episodio dejó claro que, aunque la naturaleza no siempre da tregua, la preparación sí puede marcar la diferencia.

Julio se despide como un mes de contrastes: diplomacia y desastres, esperanza climática y amenazas naturales, afirmación de derechos y alertas económicas. Y en ese vaivén global, lo humano sigue latiendo. Porque si algo nos enseñó este mes, es que el mundo está cambiando, pero no deja de buscar su equilibrio. Aunque venga agosto, julio sigue resonando.