ALCALDESA DE LA CUAUHTÉMOC DESTERRÓ A FIDEL CASTRO Y AL CHE GUEVARA, NO LE CUACHALANGARON.
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Retira escultura patrimonio de la ciudad.
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INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-07-18
Redacción Tlacuilo.- Ernesto “Che” Guevara y Fidel Castro Ruz se encontraron, por primera vez en México, en julio de 1955, en el edificio ubicado en la calle de José de Emparán No. 49, de la colonia Tabacalera, Delegación Cuauhtémoc en Ciudad de México. Ambos solían trabajar como fotógrafos en Avenida Juárez y San Juan de Letrán (hoy Eje Central Lázaro Cárdenas).
En el año 2017, la Alcaldía —a solicitud de vecinas y vecinos interesados en difundir los datos históricos que existen de esta colonia— decidió conmemorar el encuentro de ambos personajes con una obra realizada por Óscar Ponzanelli, titulada Monumento Encuentro, conocida coloquialmente como la “Banca del Che y Fidel”.
Desde ahí, los personajes de izquierda de la isla cubana vieron pasar la historia de la zona durante ocho años, hasta que llegó la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega, política emergente de ultraderecha a la que no le gustaron y las mandó quitar.
Para retirarlas, la alcaldesa Alessandra Rojo alegó irregularidades:
“Las quitamos por tres razones muy simples y muy claras”, “uno, nunca hubo un procedimiento correcto para colocarlas. No existe la cédula obligatoria que se necesita del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en espacios públicos de Ciudad de México (COMAEP); dos, en los archivos de la alcaldía, no existe un solo papel que autorice su instalación; tres, las esculturas estaban bajo el resguardo irregular de un trabajador de la alcaldía sin que existiera ningún antecedente legal para eso. Así no se hacen las cosas”, Dijo la máxima autoridad de la Cuauhtémoc.
Sin embargo, existe registro (al menos en medios de comunicación) de que la decisión de instalar este conjunto escultórico fue sometida ante el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos, de la Ciudad de México (COMAEP), el cual aprobó la propuesta de la Alcaldía. En su momento, el dictamen positivo para su colocación fue notificado formalmente a la Alcaldía. Además de estar reconocido como patrimonio de la CDMX.
La acción, más allá de si nos caen bien o mal los personajes, nos hace recordar a los españoles derribando templos y destruyendo esculturas prehispánicas, solamente porque con ellos llegaba la evangelización como verdad religiosa y social absoluta.